Mañana  es Jueves Santo, día en que empieza la  Semana Santa  y que inicia el Triduo Pascual que nos prepara para la Resurrección del Señor.  Estas fechas  son emblemáticas para quienes nos llamamos cristianos, porque los acontecimientos que conmemoramos constituyen la esencia de nuestra fe.

Efectivamente, la misión  por la cual Jesús vino a la tierra fue morir para la redención de la humanidad, pero además Él  triunfó sobre la muerte, la prueba más evidente de que era Dios.

Esta es una temporada que nos invita a la  reflexión, a la oración, al  silencio y a manifestar nuestra solidaridad con los demás. Nuestro deseo es que nos sintamos más cerca de Dios y por ende más agradecidos por lo que hizo por la humanidad.

Ojalá todos lo entendamos así;  que tengamos un  asueto sin campaña proselitista; que los políticos descansen y reflexionen; que no se cometan actos violentos y la vida humana sea respetada. Que haya moderación en el consumo de alcohol, si es que no se puede eliminar por completo, para no haya incidentes y accidentes que lamentar producto de esa práctica.

Deseamos  que la gente se integre más a las iglesias (en  muchos lugares vacacionales hay  servicios religiosos). Hagamos un esfuerzo por compartir más en familia y vivir estos días de la forma más santa posible. Con el pensamiento puesto en la pasión y muerte de Jesús nos aprestamos a celebrar jubilosos el Domingo de Resurrección día que nos invita  a renovarnos interiormente para vivir  la pascua eterna.