El pasado domingo escuche el programa “Descanso espiritual” que produce el artista Rafy Rey por Radio ABC, cuyo tema fue “el poder de la palabra”.

La verdad que me fascinó, porque abordó magistralmente el concepto “palabra” desde diferentes vertientes, incluyendo La Palabra que se hizo carne y todo lo que se hizo por medio de ella.

Y es que no nos damos cuenta del poder que ejercen las palabras, porque con ellas elogiamos y herimos; damos aliento e insultamos; manifestamos cariño y odio.

 Ahora que estamos en  los finales de la campaña electoral me viene a la mente cómo un candidato virtualmente ganador puede perder las elecciones por alguna palabra torpe que pronuncie en un discurso.

¡De las palabras se han dicho tantas cosas! El inmortal Pablo Neruda, en sus “Memorias”, dijo: “Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras…”.

 Y también dijo el premio nobel chileno: “Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada”.

Ojalá nos demos cuenta del inmenso poder de la palabra y siempre que la utilicemos sea para construir no para degradar.