De acuerdo con algunas autoridades, parece que los dominicanos estamos equivocados cuando percibimos que hay un alto índice de violencia en la sociedad.

No sé qué tenemos que hacer para desterrar esa concepción equivocada, cuando, de acuerdo con esas mismas autoridades, estamos por debajo de otros países y los números indican que todavía no hay razones para alarmarnos. Por ejemplo, no estamos en el nivel de México, donde cada día descubren nuevos casos de matanzas colectivas.

Pero parece que es  debido a una falsa percepción que a veces siento miedo en el sector donde vivo porque en poco  tiempo han muerto dos personas: una frente a mi casa,  cuya verja recibió impactos de bala;  y la otra a pocos pasos, en sendos atracos. En el primero murió un vecino que, sin estar claro de lo que pasaba, fue a intervenir; en el otro, ocurrido hace algo más de un mes, quien murió fue un atracador.

Y esa falsa percepción hace que me llene de temor cuando me entero de que los que andaban con ese atracador caminan por mi calle, armados, intimidando con pistolas, posiblemente en busca del matador de su compañero. También estoy prejuiciada cuando le aconsejo a mi sobrino que no vaya a  la cancha del sector a jugar porque los drogadictos y narcos han tomado posesión de ella y a menudo están los agentes antinarcóticos y se han armado tiroteos.

Desde luego, que es una exageración  de parte mía no salir a caminar por las calles de mi barrio porque muchas personas han sido asaltadas. Y también  el que me llene de horror cuando el sobrino de mi vecino fue víctima de un atraco junto a otra persona a quien le fue a llevar un dinero y la esposa embarazada, que andaba con él, tuvo que recibir asistencia médica. Son éstas, y muchas más, falsas percepciones sin ninguna justificación, aunque estoy plenamente convencida de que la mayoría de los delincuentes andan sueltos.