ROSA FRANCIA ESQUEA
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Es una festividad que tiene como propósito honrar a una de las figuras más prominentes de la literatura y la poesía dominicanas: la poetisa Salomé Ureña de Henríquez, quien nació el 21 de octubre de 1850.
Salomé Ureña fue una mujer que cultivó la poesía y con ella le cantó a la Patria, al hogar, a la naturaleza y las cosas sencillas.
Poemas como Mi ofrenda a la Patria, Ruinas, La fe en el provenir, A mi Pedro, Mi primogénito, Angustias, El ave y el nido y otros, reflejan el pensamiento de una mujer preocupada y sensible que expresa en versos lo que su alma siente.
Además de su poesía, Salomé dejó un gran legado a la educación, pues fundó el Instituto de Señoritas, del cual egresaron las primeras maestras normales del país.
De modo que tenemos una deuda de gratitud muy grande con ella y merece, más que un día en el año, que la recordemos continuamente.
En honor a Salomé Ureña los y las poetas están de fiesta hoy; la poesía dominicana tiene muchos y muy buenos exponentes, aunque quizás esté un tanto rezagada con respecto a la narrativa.
Hablar de nuestros poetas es reconocer el trabajo creativo de hombres y mujeres que, utilizando los recursos que la literatura pone a su disposición, le cantan a los más variados e inverosímiles temas literario.
Es volver hacia los movimientos literarios que ellos fundaron y a los que pertenecieron.
En fin, es admitir que más allá de la realidad cotidiana, existe otro universo, en el cual la fantasía, la armonía, la palabra y los silencios nos llevan a otra dimensión donde sólo hay una protagonista: la belleza.
¡Felicitaciones a todos los y las poetas dominicanos(as)! ¡Honor a nuestra Salomé!