Como podemos observar, la Iglesia católica ha jugado un papel estelar en la apertura del gobierno de Cuba, que se comprometió a liberar a 52 presos políticos, cinco de ellos en lo inmediato.

El grupo Damas de Blanco dice que se trata de una batalla ganada por Orlando Zapata Tamayo, Guillermo Fariñas y esa organización.

Zapata Tamayo fue un albañil opositor al régimen comunista, que murió el 23 de febrero a raíz de una huelga de hambre que duró 86 días. Inmediatamente, Fariñas, periodista y psicólogo, que perteneció el cuerpo élite del Gobierno, se convirtió en su sucesor, y llevaba en huelga 135 días.

Las Damas de Blanco es una organización formada por las esposas de los prisioneros políticos que han hecho varias protestas públicas en contra del régimen castrista.

Pero hay que reconocer la valentía de la Iglesia católica, que ha jugado su rol a favor de esta causa y también la del Gobierno de España, el cual  no sólo intercedió a favor de los presos políticos, muchos de ellos enfermos, sino que además mostró apertura para recibirlos en su territorio.

Y también vale hacer mención de la apertura mostrada por Raúl Castro, el sucesor de Fidel.

Líderes de todo el mundo han saludado con beneplácito los frutos de esa negociación, y se espera que constituya el inicio de la apertura del mundo hacia Cuba, tal y como lo deseó el papa Juan Pablo II en su visita, porque en esa isla hay mucha necesidad.

Como podemos ver, la Iglesia católica hace causa con la justicia social y los derechos humanos. Ella también es protagonista.