Tuve la oportunidad de ver y  escuchar por La Voz de María, canal 42 de Telecable,  la hermosa eucaristía que con motivo de la festividad de Nuestras Señora de la Mercedes ofició monseñor Antonio Camilo González, en el santuario del Santo Cerro.

El obispo de La Vega centró la homilía en la redención y,  en ese sentido, abordó tres temas fundamentes. El primero,  la campaña de alfabetización, a la que la Iglesia católica se ha sumado por entender  que una persona  iletrada no puede disfrutar ni exigir   sus derechos plenamente.

Otro tema que tocó fue el de la defensa de los recursos naturales y atacó duramente a los que saquean este patrimonio natural a quienes  comparó con la gallina que acurruca sus huevos durante 21 días y, cuando saca, pisotea los cascarones y se marcha con sus polluelos. Precisamente  en los últimos tiempos, la iglesia vegana ha estado a la vanguardia en cuanto al peligro que representa  la explotación de Loma Miranda y se ha dejado sentir con vigilias,  protestas y otras manifestaciones.

El tercer punto al que se refirió monseñor Camilo es el de los reclusos. Precisamente Nuestra Señora de la Mercedes es su  patrona, remontándose la historia  al año 1218 cuando la Virgen se le apareció a san Pedro Nolasco recomendándole que fundara una comunidad religiosa dedicada a socorrer a los que eran llevados prisioneros a sitios lejanos. Fue entonces cuando se fundó la Orden de los Mercedarios.

  En ese sentido, el obispo de Ciudad Olímpica abogó porque los presos cuenten con  programas de formación, que incluyan cursos técnicos y carreras universitarias, además de otras acciones que contribuyan a su rehabilitación total.

En resumidas cuentas, me satisfizo el sentido social que se le dio a esta misa, porque su homilía se centró en resaltar la promoción humana.