ROSA FRANCIA ESQUEA
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Ya se siente el aire fresco que nos anuncia la llegada del mes de diciembre, para muchos el más significativo y hermoso que tiene el año.

Uno de los ingredientes más importantes de diciembre es que su entrada marca el inicio de la temporada libre de riesgo de huracanes, por lo menos de manera oficial, porque el año pasado se produjeron tormentas fuera de la temporada que concluye el 30 de noviembre.

Sin embargo, nuestra esperanza es que no  se produzcan más fenómenos que traigan  muerte y sufrimiento a las familias dominicanas, pues  ya tuvimos bastante con las devastaciones de la tormenta Noel.

Todavía hay muchas personas damnificadas en refugios, además de otras que también  están sin hogar. Hay niños huérfanos, que han perdido no solamente a sus padres, sino a gran parte de sus familiares. Y son muchas las plantaciones y cosechas que se fueron ‘a pique’ por esas mismas razones.

Reiteramos nuestra propuesta anterior: que las navidades sean un tiempo de austeridad, que no nos dejemos llevar del consumismo y que lo que recibamos, lo compartamos con los que menos tienen o con quienes lo han perdido todo.  

Que esos aires frescos inunden nuestro espíritu de solidaridad para abrazar a los demás, compartir y brindar aliento a los que sufren.

Lo que deseamos es que la brisa de diciembre  se sienta en nuestros corazones,  no solamente  por el resto de la estación, sino durante toda la primavera y más allá.