Cuando me disponía a redactar esta columna, me enteré de la matanza que hubo en la panadería y repostería La Francesa, en la que hubo cuatro muertos, incluyendo al propietario de ese negocio y no puedo entender con qué facilidad en nuestro país se les quita la vida a las personas.
Sé que el narcotráfico tiene mucho que ver, pero también hay otras muertes que no tienen relación con este flagelo.
Hay muertes por atracos, por violencia doméstica, por riñas, o porque chocaron un vehículo.
A muchos han matado porque los confundieron y también numerosas personas mueren por imprudencia de los conductores y por otras causas que sería muy largo enumerar.
Otro fenómeno que se da es que los testigos tienen miedo de declarar por las consecuencias funestas para ellos que se pueden derivar de sus confesiones.
Muchas personas están atemorizadas de salir a las calles por la inseguridad que se percibe, incluso sé de gente que viven en el extranjero que, por las noticias que les llegan, ven las cosas peores de lo que están.
No queremos que la delincuencia le gane la batalla a quienes están para combatirla y por eso debemos orar.
Debemos orar por los funcionarios y empleados de nuestras instituciones para que cumplan con su deber y porque en ellas no haya corruptos.
Y también porque Dios toque muchas personas que les están haciendo mucho daño a nuestros hermanos. Para que no haya miedo y porque tengamos un país donde respiremos paz y seguridad.