ROSA FRANCIA ESQUEA
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La Iglesia Católica tiene ante sí un nuevo reto con los pueblos del Continente. Se trata de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, CELAM, cuya misa inaugural tiene lugar hoy, presidida por Su Santidad el papa Benedicto XVI, en el santuario de La Aparecida, patrona de Brasil, país sede de dicha reunión.
Se trata del primer encuentro de esta naturaleza que se celebra luego del fallecimiento del papa Juan Pablo II, quien presidió la anterior, precisamente, en Santo Domingo, en el 1992.
Estas conferencias son muy importantes porque se abordan temas puntuales que preocupan a la Iglesia, no sólo como comunidad de creyentes, sino como institución responsable de ejecutar la doctrina social que nos dejó como testamento Jesús, entre los que figuran la defensa de la vida humana, ante las amenazas que se ciernen sobre ella, especialmente el aborto y la eutanasia.
No menos importante es la lucha contra la pobreza en América Latina, un continente que tiene millones de pobladores indígenas en la indolencia extrema, además de otros grupos excluidos que viven en la línea por debajo de la pobreza, para los cuales cada vez es mayor la brecha entre ricos y pobres,
Para el Pontífice, la situación de pobreza se refleja en aspectos tales como la educación, la salud, la vivienda y el desarrollo pleno de la persona humana.
Otros temas que se discutirán tienen que ver con la globalización, el narcotráfico y la violencia.
Desde luego, que los problemas que tienen que ver directamente con la fe y otros vinculados a la religión, el avance de las sectas, así como la necesidad de una nueva evangelización más acorde con los tiempos también tienen su punto de agenda en dicha conferencia del CELAM.