Recientemente asistí a una reunión de padres en el colegio donde están mis sobrinos y entre los temas que nos trataron estaba el referente a las señales de alerta para saber si nuestros niños están siendo seducidos por bandas.
Nos decía la profesora que en una charla que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD ) le ofreció al personal dirigencial del plantel les decía que los padres deben observar los siguientes signos:
Si el niño se hace diferentes tipos de nudos en los tobillos. Si andan con rosarios colgados y éste tiene un crucifijo con cachos o lo afinan en la punta. Si entre los dedos índice y pulgar se dibujan hojas que insinúan drogas. Si los símbolos arriba indicados también los usan en las vestimentas. Si las correas las usan abotonadas en los lados y no en el centro, como debe ser.
También, entre los dedos índice y pulgar se hacen algún dibujo primero con tinta y después un tatuaje, que es permanente.
Les explicaban que si los padres están atentos y cuando llevan el dibujo con tinta se los hacen quitar, entonces los líderes no los consideran aptos para ingresar a la banda y los dejan tranquilos.
Los mismo sucede con la prueba de darle una galleta a quién ellos les digan. Si no se atreven los consideran cobardes y no les permiten ingresar a la banda.
Me explicaba una pariente psicóloga, que trabaja en La Vega para la Fiscalía de Menores, que ha tenido que intervenir en varios casos de bandas que se llaman Los rapiditos; que son niños de colegios que se reúnen con el pretexto para hacer alguna tarea escolar y como es para eso los padres los dejan ir.
Por eso los padres y madres deben estar muy alerta porque las bandas proliferan a todos los niveles. No importa que sea una escuela pública de algún barrio o un colegio de clase media y alta. El peligro acecha en todas partes.