El pasado jueves tuve la oportunidad de participar en un seminario organizado por la Fundación SM y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en el que se presentaron los resultados de un interesante estudio acerca de la convivencia escolar.
A dicha actividad, realizada en el hotel Hilton, fueron convocados numerosos educadores, tanto de escuelas públicas como de colegios privados, universidades y funcionarios de la Secretaría de Educación, encabezados por el titular Melanio Paredes, quien prometió que dicho estudio será tomado muy en cuenta por esa cartera.
También estuvieron Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), así como dirigentes de la Fundación SM y otros distinguidos invitados. Un equipo de expositores, encabezados por la coordinadora editorial del estudio, Cristina Amiama Espaillat, abordó diversas aristas de la problemática de la convivencia escolar, o mejor dicho de los conflictos que se originan en los centros educativos y dio a conocer los hallazgos más sobresalientes del estudio, que luego fue entregado a los presentes.
Un aspecto muy interesante fue el de la percepción que tienen los actores entrevistados: estudiantes y directores de centros, con relación a la problemática, ya que los primeros se consideran los responsables de los conflictos mientras que los segundos se excluyen.
Una participación muy brillante fue la de Odile Camila, vicerrectora de la Universidad Iberoamericana, quien abordó el rol de la escuela y cómo la convivencia debe ser una responsabilidad compartida entre ésta, los estudiantes, los padres, la iglesia, y toda la comunidad. Mi esperanza es que esa importante investigación constituya un buen referente para la aplicación de medidas que tiendan a disminuir o contrarrestar los conflictos en nuestros planteles escolares.