Hoy 
POR PATRICIA HERENCIAS
La “princesa del pop” sigue viviendo la noche en compañías cada vez más “peligrosas”. Si hace unos días se la vio en una noche loca de fiesta con su amiga-experta-en-saraos, Paris Hilton, esta vez Spears se ha dejado ver en actitud cariñosa con Jonathan Rotem, amigo de su “ex”, Kevin Federline.
Que los divorcios son procesos duros no debe ser una máxima para Britney Spears. La cantante y bailarina se ha sumergido en una vorágine de fiestas y diversión nocturna desde que anunciase su separación matrimonial a principios de noviembre, del que ha sido su segundo esposo y padre de sus dos hijos, el también artista Kevin Federline.
A Britney la hemos visto acompañada por su mánager Larry Rudolph con quien se la relacionó sentimentalmente, con el actor Mario López en una alocada noche en Las Vegas, con el cantante James Blunt (también en la ciudad de los casinos) y con la mayor especialista en juergas y locuras, la millonaria y polifacética Paris Hilton.
UN ACOMPAÑANTE MÁS ESPECIAL.
Pero si hasta ahora las imágenes de la Spears habían sido más o menos comprometidas (por internet circulan fotos de la cantante sin ropa interior en una fiesta con Paris), su última noche ha dejado unas fotos muy buscadas en la red: Britney, que ahora luce una melena morena, besándose con un nuevo chico.
El caballero en cuestión es alguien ya conocido por la cantante, Jonathan Rotem, un productor musical que, entre otros “bombazos”, ha producido el disco de Paris Hilton y uno de los primeros trabajos de Federline, el aún marido de Spears.
La prensa americana ha desvelado la dulce noche que pasaron ambos jóvenes juntos. Primero asistieron a una sala de Hollywood a ver la comedia romántica “The Holiday”, que protagoniza Cameron Díaz (pareja actual de uno de los primeros novios de Britney, el cantante Justin Timberlake). Y tras la película, la pareja se marchó a un local de copas muy conocido en la zona, como viene siendo costumbre en la Spears.
Fue allí donde Britney mostró una actitud más que cariñosa con su nuevo amigo, pues algunos testigos aseguran que la pareja estuvo besándose a la vista de todo el mundo sin importarles la presencia de tanta gente.
UN CAMBIO DE IMAGEN
Hace sólo unos días que Britney Spears se proponía un cambio de ritmo en su vida. El desenfreno en el que se había sumergido con su regreso a la soltería estaba dañando su imagen. Algo fatal para su carrera y para su faceta de madre, ya que la cantante está luchando en el divorcio por la custodia de sus hijos, Sean Preston y Jayden James.
Tras reconocer sus excesos nocturnos, la cantante de 25 años parecía dispuesta a aparcar la vida frenética que estaba llevando para centrarse en sus hijos y en el proceso de divorcio. Pero una vez más, la marcha y las buenas compañías han llevado a la artista a ser protagonista de otra noche polémica.
La lista de fiestas y amigos de Britney sigue creciendo mientras que otras, como la de discos vendidos, se han quedado estancadas ya que Spears lleva tiempo sin publicar nuevo trabajo. El tiempo nos dirá si la cantante encuentra nuevos compañeros de diversión para sus noches de soltera o si decide serenarse y disfrutar de la amistad de este nuevo chico.
