Bromelias por cocos plásticos

Bromelias por cocos plásticos

Pues mire qué bien, quitaron los cocos plásticos de las calles de Higüey. Parece que Karina Aristy se recuperó de la demencia plástica que significaba llenar las calles de cocoteros plásticos teniendo tantos cocos naturales, saludables y llenos de vida en la provincia La Altagracia.

Y los sustituyó por bromelias. Pues mejor todavía. Colocadas en los postes del tendido eléctrico tienen mucho mejor sentido, equilibrio y estética. Es posible que Karina haya aprendido que una ciudad no es una fiesta bachatera, donde lo que suene suena bien porque hay romo en el ambiente. Sin embargo, me gustaría verlas de cerca, porque la foto me la trajo Reynaldo Brito, fotógrafo de este periódico, y no estoy seguro de que sean naturales. Ojalá alguna persona del séquito de Karina Aristy me confirme si son plásticas o son naturales, porque si son naturales de verdad Karina se merecerá un elogio.

Me informaron que los cocos plásticos se los llevaron a un parquecito infantil. No es que esté bien, pero ya en un área para la diversión de los niños como que resultan más tolerables. Y quizás los niños resulten más creativos con esos cocos plásticos, y hasta pueden servirles para entrenarles como lanzadores de béisbol, haciendo con ellas ejercicios al derribarlas a pedradas. Claro, yo no se lo voy a sugerir a los niños.

Recuerdo que alguien me dijo que Guayubín Olivo y Chichí Olivo se entrenaban en Santiago Rodríguez derribando palmas a pedradas, por eso resultaron pitchers tan formidables. Por eso se me ocurre que los cocoteros de plástico pudieran servir con un propósito similar y tan deportivo.

[b]¿Alguna vez nos libraremos de ésto?[/b]

¿Podremos alguna vez no sentir la vergüenza de ver estas escenas de alta contaminación en nuestras carreteras?

Por cantidad de medios se ha solicitado durante años que los dueños de autobuses y camiones se ocupen de la carburación de sus vehículos para disminuir el nivel de contaminación que producen. Pero se siguen haciendo los desentendidos.

Por otro lado, ninguna autoridad de vías piensa que eso es dañino para la salud y que es una agresión a los usuarios de las carreteras y las calles. Por lo menos deberían iniciar una campaña de conminación, deteniendo y amonestando a los conductores de los vehículos en semejante estado, o entregándoles una nota informándoles del daño que ocasionan y la violación a la Ley Ambiental que constituye la polución por carburantes.

Esto resulta tan chocante para personas de otros países, que una vez un pequeño grupo de turistas italianos hizo cerca de 60 fotos de un camión que al pasar había bañado de negro a uno de ellos y había oscurecido toda la avenida al pasar.

Naturalmente, no es la cuestión estética lo más preocupante en estos casos, sino lo nocivo que resulta tener que respirar semejantes cantidades de dióxido de carbono y de plomo.

En las calles de las ciudades debe iniciarse ya la restricción de tránsito a los vehículos que contaminan en demasía. Se sabe que esta condición en cualquier vehículo es remediable, pero a los dueños les importa un carajo el daño que hacen. Por tanto, como lo más probable es que no tomarán en cuenta advertencias, es necesario que se establezcan penas contra estas violaciones, que más que violaciones son flagrantes abusos contra la ciudadanía.

[b]La casa embrujada de Rancho en Medio[/b]

Buenos días

Bueno día

Usted es la casa embrujada de por aquí?

Eso dicen

¿Y la gente de aquí?

Se juén, pa`la capital

¿Hace mucho? ¿Huyéndole a usted?

¿A mí?, nooo, juyéndole a la miseria, se juén pa`la Capital hace comunmé o do .

¿Y que hacen allá?

Dique repartí banderita y flequito en laj equina

¿Y ganan bien con eso?

Dique sí, porque`llo vinién la semana pasá y le pagán al hombre de la pulpería en el pueblo

¿Y no se quedarán por allá en la Capital si están ganando bien?

Bueno, ¡e que no bien ni to`el tiempo uté!, namá e en laj elecione. Como en la otra elecione, ello también se fuen a repartí banderita y flequito, pero de otro partido .

Y ahora, ¿con cuál partido están?

Ah yo no sé, uté ve. Dique con uno que tiene lo cuarto de un tal banintel y tan dando de tó. Eso lo taban hablando ahí en la carretera .

Y usted como embrujada, ¿no sabe quién va a ganar?

¡Adió!, loj de siempre. Y van a perdé loj de siempre también: loj votante. Y no me hagan incojoná con esa pendejá que empieso a tirá plato y vaso pa fuera. Mejor se van.

Pues hasta otro día.

[b]“No hagas a otro…[/b]

Quizás parezca exagerado para mucha gente pensar en los sentimientos de un cangrejo, o en los de un grupo de cangrejos como el que aparece en la foto. Pero examinando diferentes filosofías podemos encontrar algunos pensamientos, máximas y consejos que deberían llamarnos a la reflexión, como aquella que dice “no hagas a otro lo que no te gustaría que te hicieran a tí”.

Regir la vida de una sociedad con una máxima semejante de seguro garantiza la no agresión, la paz, la concordia, la cooperación y, como resultante, la felicidad. Sin embargo, aparte de que no ocurre, se piensa que ésta es una máxima que solo podría aplicarse entre sociedades humanas.

Sin pensáramos por un instante en la posibilidad de nosotros estar atados, colgando, en amasijo y bajo el sol, como está ese grupo de cangrejos, ¿cuál sería nuestra opinión sobre los autores de semejante suplicio? Si lo pensamos un momento, ¿no sentiríamos un poco de compasión por esos animales?

¿Recuerdan ustedes la venta de esclavos en los siglos 17 y 18 para la producción de azúcar, algodón y otros productos? Estos esclavos eran traídos en condiciones semejantes a estos cangrejos desde Africa hasta estas islas y a toda América. Es decir, que la mente humana sí es capaz de tratar a las personas como trata a esos cangrejos.

Un ejercicio mental interesante es ponernos en la situación de esos animales, pensar en su sufrimiento, en la injusticia que significa para ellos como seres vivos con derechos en el Planeta. Tratarlos así no nos eleva de categoría, todo lo contrario, nos reduce a la estatura de bestias.

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