SALCEDO. Alrededor de 2,300 personas residentes en los barrios Rabo Duro y San Lorenzo, de esta ciudad, corren el riesgo de contraer enfermedades debido a los desechos que brotan de las tuberías del sistema cloacal, que llevan meses averiadas.

Así lo denunciaron Darío Camilo, presidente de la Asociación de Juntas de Vecinos de Salcedo (ASOJUVESA) y la doméstica Reina Mercedes Toribio, quienes advirtieron a las autoridades sobre el grave peligro que corren tanto las familias de los sectores señalados como toda la parte baja del municipio.

Expresaron que el esparcimiento de los desechos cloacales, unido a la falta de oportunidades para sus residentes, entre otros problemas, mantiene desesperada a gran parte de la población.

Según Camilo, este problema es ya viejo, por lo que se teme de que en cualquier momento se produzcan nuevas protestas, debido a la falta de atención de las autoridades, que, según afirmó, se muestran indiferentes para solucionar este mal.

En los barrios El Hoyo, San Lorenzo, Clavijo, Los Cocos y Rabo Duro, el olor nauseabundo y las chorreras de aguas negras que corren por los contenes, parecen interminables.

Los moradores de esos sectores atribuyen a esa situación los brotes de gripe, erupciones en la piel y otras enfermedades que han hecho aparición en los mismos, y que mantienen desesperadas a numerosas familias pobres.

Señalan que de nada vale que las autoridades de la Secretaría de Salud Pública visiten el lugar para educar a las familias sobre el peligro del mosquito que transmite el dengue, cuando tienen que vivir en medio de la insalubridad y amenazados de una epidemia en cualquier momento.

[b]LOS REGISTROS[/b]

Por su lado, la señora Toribio dijo que desde hace más de ocho meses, y como fruto de las protestas que se escenificaron en toda la parte baja de la ciudad, las autoridades de Pro Comunidad, a instancias del síndico Elido Pérez, iniciaron los trabajos de los registros, pero estos fueron paralizados sin ninguna explicación.

Indicó que los niños y los envegecientes son los que más riesgo corren de contraer enfermedades, por ser los más vulnerables.

Explicó que todos los registros sanitarios se encuentran tapados, y los que están en proceso de construcción están abandonados, lo que provoca que los desechos residuales desemboquen en el mismo centro de los barrio San Lorenzo y Rabo Duro o en el río de Juana Núñez.

«Fíjate, cada cierto tiempo, cuando la comunidad hace un poco de presión, desde San Francisco de Macorís viene una brigada y destapa uno de los registros; pero no pasa una hora cuando ya tú ves las inmundicias corriendo por los contenes», expresó.

Los dirigentes comunitarios dijeron que por doquier se ven flotar enormes caravanas de gusanos y otros insectos, lo que unido al olor nauseabundo que inunda esos barrios, los hace no aptos para ser habitados por seres humanos.

Dijo que al principio de la presente gestión gubernamental, la entonces gobernadora Miriam Guzmán visitó el lugar en compañía de dos sub-directores nacionales del INAPA, «pero eso se quedó en los papeles de los funcionarios».

[b]OTROS MALES[/b]

Los moradores del barrio Rabo Duro señalan que en ese sector existe un 70 por ciento de desempleados, a lo que atribuyen el incremento en el consumo de drogas.

Según Camilo, ya los padres de familia comienzan a sentir preocupación por sus hijos, y se quejó de que, según afirmó, «desde el Estado no existe una política clara con relación a este problema».

«Es lamentable ver que en este sector, que es muy dado a las actividades culturales, se esté comenzando a sentir de manera preocupante el problema de las drogas, por lo que aprovechamos la oportunidad para llamar a las autoridades para que enfrenten este mal», expresó.

No obstante, consideró que este problema no debe ser enfrentado con represión, «sino con un trabajo mediante el cual se puedan detectar cuáles son las causas que han estado interviniendo para que este mal se esté dejando sentir como nosotros lo estamos palpando».

[b]OTROS RECLAMOS[/b]

Según Camilo y Toribio, ya se han estado promoviendo en estas comunidades movimientos reivindicativos, con el fin de exigir de las autoridades la solución a los problemas que afectan a esos sectores.

Además de la reparación de las tuberías del sistema cloacal, reclaman la construcción de instalaciones deportivas, empleos para los residentes en la parte baja de la ciudad, mejoría en el servicio de la energía eléctrica y solución inmediata a la contaminación del agua potable.