Hemos escuchado y leído en estos días, varias noticias por los medios de comunicación radial, televisivo y escrito que proceden de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social de nuestro país, que en El Salado, municipio de Neyba, provincia de Bahoruco, hubo un brote de leptospirosis que causó la muerte de cuatro personas y dieciocho enfermos por haber ingerido sancocho.

A pesar de que no hemos participado ni directa o indirectamente en las investigaciones de estos casos, nos extraña sobremanera que se concluya relacionando el brote de leptospirosis a la ingesta de sancocho.

No tenemos que aclararle al lector de este prestigioso diario que el sancocho, plato nacional por excelencia y a mucho orgullo nuestro, se ingiere caliente y en el menor de los casos, tibio después de haber sido calentado.

Además, el sancocho como la mayoría de los alimentos de este tipo, tiene un pH ácido y por lo tanto, se convierte en un medio hostil para la multiplicación de leptospiras.

De acuerdo a las informaciones científicas recogidas en artículos y libros sobre el tema, además de nuestra experiencia tratando casos en el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral, la vía de transmisión de  la leptospira es en la gran mayoría de los casos, por el contacto de vehículos como agua, sangre, orina u órganos de animales infectados a través de las pequeñas heridas o excoriaciones en la piel y mucosas.

No vamos a negar que las investigaciones al respecto, puedan dar como resultado que las muertes y los enfermos pudieron ser debido a infecciones por leptospiras, pero sí considero prudente que la causa de la fuente que provocó el brote, debe investigarse mejor, ya que se trataría de un caso extraordinariamente raro y podría crear un falso pánico a la ingesta de nuestro plato nacional.

Queremos exhortar a las autoridades de salud que investigan el brote actual, que analicen el número de personas que ingirieron el sancocho y cuántos enfermaron en relación a los no afectados. Además, investigar si alrededor del ambiente, hay o hubo lagunas o cualquier otra fuente donde tal vez, las personas afectadas estuvo en contacto de sus cuerpos con aguas contaminadas, tal y como ocurre en los desastres atmosféricos que producen inundaciones. Esto último es lo que hemos observado cuando tratamos pacientes afectados de leptospirosis.

Concluir que el sancocho fue la fuente de mortalidad y morbilidad no es creíble para personas que tenemos alguna experiencia en el tema y además, debemos defender nuestro plato nacional.