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Bruselas es mundialmente reconocida como la Capital de Europa y gracias a sus múltiples atractivos es una de las ciudades más visitadas; millones de turistas de diferentes nacionalidades la recorren cada año.
Esta ciudad se caracteriza por ser súper cosmopolita, destacándose sus edificios institucionales, sus lujosos hoteles y lo culto de sus ciudadanos; sin embargo, su gran atractivo se encuentra en su casco antiguo, donde sus edificaciones conservan todo el encanto medieval.
Si decides visitar Bruselas, tu primer recorrido debe iniciar por el Grand Place (Plaza Grande) un lugar barroco con un encanto que te envuelve desde el primer momento en que lo ves.
Es una zona con edificios monumentales en sus cuatro lados. En una parte de la plaza se encuentra la Maison du Roi (Casa del Rey), que nunca fue residencia real. Se construyó como Broodhuis (mercado del pan) en 1515 y se restauró en 1873, con formas del gótico tardío brabantino. En 1988 esta plaza fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
En la misma zona de la Plaza Grande, también te podrás encontrar con el Hotel de Villa-Standhuis, que es una obra magnífica de la arquitectura civil gótica.
En verano, cuando se hace de noche, hacen sobre su fachada un espectáculo de luz y sonido que es visto por miles de visitantes.
Koninklijk Paleis (Palacio Real) fue levantado en el siglo XVIII y es la residencia de los reyes de Bélgica.
En frente está el parquecentral de Bruselas, un lugar muy concurrido y digno de visitar.
El monumento más querido. El Petti Julien (Niño Meando) es el monumento más visitado y para sus residentes el más querido, pues se caracteriza por ser el símbolo de la ciudad.
Su figura muestra a un niño muy pequeño haciendo pis, una escultura de estilo renacentista de 1619, sobre una fuente barroca.
Desde que en 1698 el gobernador Maximiliano Emmanuel regaló una túnica para vestir la figura, se ha difundido la costumbre de regalarle vestidos, incluso los presidentes de gobierno que visitan Bruselas donan para la estatua pequeñas réplicas de sus trajes nacionales.
En la colección hay al menos unas 700 vestimentas diferentes para este ilustre personaje.
Monumento moderno. El Atomium es un símbolo de Bruselas.
Fue realizado en 1958, con motivo de la Exposición Universal.
Es la representación de una molécula de cristal de hierro aumentada 165.000 millones de veces.
Ésta se compone de nueve esferas de acero de 18 metros de diámetro recubierto de aluminio, unidas con tubos de acero de 29 metros de largo y tres metros de diámetro. Tiene 102 metros de altura y 2.400 toneladas de peso.
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Cerveza y chocolate
No puedes dejar de visitar Bruselas sin dejar de tomar y degustar dos de sus principales productos: la cerveza y el chocolate.
Bruselas se caracteriza por ser el destino cervecero por excelencia, ya que ofrece más de 400 variedades de diferentes gustos y, sobre todo, de distintos sabores. De acuerdo a los expertos, para degustar una buena cerveza belga es imprescindible hacerlo en su copa, para que cada tipo de cerveza pueda potenciar su sabor, aroma y color. Los chocolates de Bélgica son reconocidos internacionalmente por su gran calidad y sabor.
