Brutal asesinato es un
reto para Policía Nacional

Brutal asesinato es un<BR>reto para Policía Nacional

POR RAFAEL SANTOS
EL GORRO, Hermanas Mirabal.-
La manera violenta  cómo fue asesinado el agricultor Delcio Hernández, más el velo de misterio que aseguran sus familiares rodea el  hecho ocurrido esta semana,  en esta provincia,  constituye  un reto para los cuerpos investigativos de la Policía Nacional.

  De acuerdo a su hija Kelmis Hernández, de 17 años, la última vez que vio a su padre con vida, fue el pasado jueves 20 a  las 9:45 de la mañana, cuando en tono de broma y mientras lavaba la ropa de su progenitor, le dijo “si no traes el pollo para cocinártelo, no hay comida”, por  lo que él, sonriendo se apresuró montándose en su jeep  Suzuki, color verde,  modelo 98.

  Asegura que tan pronto  partió, ella aceleró la tarea  para que cuando su padre  llegara, todo estuviera listo y así cocinarle el pollo.

El vehículo que conducía Hernández fue hallado  totalmente calcinado varios días después.

  “Lo único que pedimos es que la Policía tiene que dar con los responsables de este hecho, mi padre era un hombre bueno, no le hacía daño a nadie, bromeaba con todos, su pasatiempo favorito era el juego de dominó, no entendemos nada de lo que ha pasado, esto hay que aclararlo”, repetía  llorosa Kelmis, Junto a su madre Joseline Hidalgo, quien pedía “queremos justicia, queremos justicia”.

  De acuerdo a la versión de los familiares, Delcio Hernández, fue secuestrado por sujetos montados en una jeepeta negra, los cuales, dijeron, lo mandaron a parar a pocos metros de su residencia, cuando  regresaba de comprar el pollo que serviría para la comida del día.

  De ahí se lo llevaron con rumbo desconocido apareciendo luego, muerto, con golpes en la cabeza y  signos de tortura, el  27 de diciembre a  las 4:30 de la tarde, en unos matorrales en la comunidad de Los Platanitos, del paraje de Canete, municipio Tenares, provincia Hermanas Mirabal.

  El vehículo fue encontrado a unos tres kilómetros y medio de distancia, en Los Cacaos del municipio Salcedo, quemado y con los restos del pollo.

  “Me sentí impaciente cuando eran ya más de las 12:00 del mediodía y papi no llegaba, por lo que en la noche, a eso de las 12:00, dimos parte a la policía en Tenares y ellos de inmediato iniciaron la búsqueda”, dijo Kelmis.

  Delcio contrajo matrimonio el  15 de septiembre del 1979, con Teresa Hernández, en la iglesia San Juan Evangelista, en una ceremonia oficiada por el párroco  español José María Slova.

  De su matrimonio  nacieron tres hijos, Kelmis, Delcio José y Evelin Hernández Hidalgo de 17, 23 y 25 años  respectivamente.

  Con relación al hecho, que ha conmovido a los residentes la provincia Hermanas Mirabal, la policía reportó que ninguna persona se encuentra detenida, aunque si precisó que las investigaciones se encuentran muy avanzadas.

Los familiares descartaron que la muerte de Delcio se deba a ajuste de cuentas como han rumorado, ya que  era un hombre que no tenía diferencias con nadie y sólo viajaba a los Estados Unidos a practicarse  chequeos médicos rutinarios, ya que le habían hecho varias operaciones, entre ellas tres cateterismo y una cirugía de corazón abierto.

  Delcio viajaba al país norteamericano desde el 17 de septiembre del 1978 y laboró primero en un restaurante y luego en el departamento de seguridad de un edificio en la ciudad de Manhattan.

  Es el segundo hecho de esta naturaleza que sucede en esta provincia, específicamente en el municipio de Tenares.

  El primero fue el de la joven   Noelia Valerio Escolástico, de 18 años, ocurrido el  18 de junio del 2005, en la comunidad de Paso Hondo, de Tenares.

  Noelia apareció muerta, con aparente signos de torturas en un campo de la ciudad de Bonao, sin que jamás se conocieran datos de quienes y por qué cometieron el asesinato que dejó en la orfandad a sus dos niños de 2 y 6 años de edad respectivamente.

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