Brutalidad sin castigo

Brutalidad sin castigo

La agresión física de policías y agentes antinarcóticos contra ciudadanos es un hecho real que deja constancia en el Ministerio Público, pero que generalmente queda impune. Solo la  unidad del médico legista de la Fiscalía del Distrito Nacional registra un promedio de cincuenta casos por mes, de personas que acuden allí para exámenes por golpes y heridas causadas por policías y miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas.

Una agravante de esta  típica violación de derechos es que a pesar de que la Fiscalía de la jurisdicción es formalmente apoderada  de los casos, el Ministerio Público jamás dispone medidas de citación o detención de las autoridades acusadas de las agresiones. Los casos denunciados quedan por lo general impunes, a pesar de que una buena parte de ellos corresponde  a métodos de tortura conocidos por el común de la gente, que se dicen en desuso pero que se siguen practicando.

El país tiene que acabar con la brutalidad policial,  que genera constantes denuncias de organismos locales e internacionales defensores de los derechos humanos. Es contradictorio al Estado de derecho que la autoridad, que debe hacer respetar  la ley, sea la primera en violarla con métodos de tortura. El hecho de que el Ministerio Público se desentienda de las denuncias de tortura es una actitud de grave  complicidad.

Hágale caso a ProConsumidor

ProConsumidor tiene bien ganado prestigio por la forma responsable que enfrenta los abusos contra consumidores y usuarios.

En esta oportunidad su directora, Altagracia Paulino, está llamando a la población a denunciar ante ese organismo las recientes alzas  que han afectado los precios del pollo, el arroz, la leche y otros productos de primera necesidad. No hay razones que justifiquen esas alzas de precio.

Seguir la recomendación de ProConsumidor es una forma de defender el presupuesto familiar ante prácticas abusivas. El organismo advierte que el Código Penal prevé sanciones de cárcel y multa para quienes sean sorprendidos en prácticas agiotistas.

Dios dice ayúdate que yo te ayudaré. Seguir el consejo de ProConsumidor es una forma de ayudarnos y de ayudar a ese organismo a defendernos del abuso.

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