LOS ANGELES, (ESPN).- No es común que dos conductores regresen a la escena de un accidente, suelten los autos siniestrados de las grúas, repasen los errores cometidos y continúen con la ruta que llevaban antes del choque. Phil Jackson y Kobe Bryant tienen ese chance.

Desaprovecharla – o no hacer todo lo que está a su alcance para convencer al duelo de Los Angeles Lakers, Jerry Buss, de que les dé esa chance – sería un error monumental de parte del entrenador y del jugador.

«Es una tarea inconclusa», dijo la vicepresidenta ejecutiva de los Lakers Jeanie Buss. «Kobe tiene un trono que conquistar; Phil tiene algo que demostrar aún. Es decir, aún hay más por ver en esta historia».

Pensar que pasaron demasiadas cosas entre ellos o que Kobe y Phil ya dejaron claro que no quieren volver a trabajar juntos, es pensar de la manera equivocada. Como agente libre, Kobe no podía pedirle al Dr. Buss que le renovara a Phil el año pasado. El quería ver que otras chances tenía, que otros equipos se interesaban en él. Jugarse por Jackson hubiera significado anular todas esas oportunidades. ¿Qué hubiera pasado si Kobe clamaba por Jackson, y luego elegía irse del equipo? Según Jeanie Buss, se ha exagerado demasiado sobre el supuesto ultimatum «Kobe o yo», que Jackson le habría dado al manager general Mitch Kupchak, según se puede leer en el libro del propio Phil, «La última temporada».

«Escuché cada una de las frustraciones que él tuvo con el equipo», dijo Jeanie Buss. «Cuando él dijo eso sobre Kobe, lo tomé como si mi mejor amiga me hubiera dicho que iba a matar a su esposo. No llamé al 911. Sabía que no era algo tan definitivo como podía parecerlo. My padre no escuchaba esas quejas diariamente, así que cuando escuchó esta supuso que las cosas ya habían pasado un punto de no retorno. Pero sé como se siente Phil con respecto a Kobe: aún piensa que un equipo que cuente con él tiene una gran chance de ganar el campeonato».

¿Alguna vez fueron amigos? No. ¿Lo serán algún día? Probablemente no. Pero eso no es lo que importa. Lo que SI tienen es respeto mutuo, y la creencia de que su chance de ser campeones aumenta enormemente si cuentan el uno con el otro.

En medio del caos y de los resultados de las últimas dos temporadas, es natural que hayan perdido de vista eso. Pero repasando lo que sucedió desde el verano pasado, también es razonable que entiendan que lo que tuvieron juntos es único, o por lo menos a la par de las sociedades que Tim Duncan y Gregg Popovich tienen en San Antonio, y Chauncey Billups y Larry Brown tienen (o tuvieron) en Detroit.

Jeanie Buss ya se ha equivocado sobre el futuro de Jackson, Kobe y los Lakers. Después de llegar a las Finales del 2004, ella creía que Phil y su padre llegarían a un acuerdo. Pero claro, eso era antes de la serie, cuando casi todo el mundo suponía que los Lakers arrasarían con los Pistons para conseguir su cuarto título en cinco años.

«En nuestra industria, la derrota es un catalizador para el cambio», dijo Jeanie. «La gente quedó confundida, mi padre pensó que las cosas se derrumbaban y Phil no sabía qué hacer. Mi padre aprecia a Phil y aún cree que es el mejor entrenador de la NBA. Pero con Phil inseguro acerca de seguir y diciendo que no podía seguir entrenando a Kobe, mi padre pensó que su trabajo era tomar una decisión y tomar una nueva dirección».

El camino que tienen por delante Kobe y Phil, si decidieran volver a unirse, sería diferente. Por empezar, en el camino anterior había un Diesel de por medio, pero ya sin Shaquille O»»Neal, el tráfico cambia completamente. Jackson, sabiendo cuanto más sensible a las críticas era Shaq, siempre lo trató con más «cariño» , y eso nunca le gustó a Bryant, que veía como no recibía un trato similar a pesar de trabajar mucho más para estar en forma y para colaborar con la defensa.

Ese problema ya no existe. Ahora, Kobe es la gran figura del vestuario de los Lakers. Phil ha admitido que sus tácticas y acusaciones hacia Kobe no fueron las correctas. Kobe, por su parte, apoyó la idea de Rudy Tomjanovich de reintroducir la ofensiva en triángulo para favorecer su juego de penetración.

Sin dudas, la ausencia pone nostálgica a la gente.

Pero volver a unirse no sólo sería recuperar lo que tuvieron, sino agregar nuevos logros a sus respectivos currículums. Jackson quiere mostrar que no sólo es capaz de aprovechar el súper talento, sino también de sacar lo mejor de un equipo golpeado y debilitado. Aunque parezca extraño, esa es LA gran crítica que disminuye su estatura como entrenador, a pesar de sus nueve campeonatos.

Para Kobe, recibir a Phil de vuelta cambiaría su imagen de deportista frío y egoísta. Aún cuando sea injusto que lo culpen en soledad por la partida de Jackson, la percepción muchas veces se termina convirtiendo en la realidad.

Recibir a Phil con los brazos abiertos sería un acto de humildad, reconocer que él no sabe todo y es capaz de abrirse para recibir ayuda. Hasta también, compartir el centro de la escena en el camino hacia otro título. Pasaría de ser alguien eternamente respetado a sentir cómo es ser amado.

Con su eterna sabiduría acumulada a partir de manejar a los Lakers durante décadas, quizás el Doctor Buss decida que traer a Jackson de vuelta no es lo correcto. Eso no sería tan grave – siempre y cuando Kobe y Phil hagan todos los esfuerzos por convencerlo de que volver a juntarlos es lo mejor. Se lo deben el uno al otro.