Existen muchos factores acerca de cómo hacer la elección de un buen vino; qué tan viejo es, en qué posición se tiene guardado, el tipo o tipos de uvas utilizados en su elaboración, un buen corcho… Espera. ¿El corcho incide en la calidad de un vino? Pues sorprendentemente, resulta que hasta los más mínimos detalles influyen en este producto.
Desde la existencia del vino, ha sido necesario encontrar una forma de preservar las propiedades del producto ante el efecto que pudiera producirle el paso del tiempo. En un principio, se utilizaban tapas que no eran muy efectivas, y alteraban significativamente las propiedades del vino. Pero los griegos fueron quienes introdujeron el corcho como material para la fabricación de todo tipo de cierres para envases.
Desde entonces, el corcho se ha convertido en el material que ha demostrado ser más apropiado para una excelente conservación del vino, y por esta razón, se sigue utilizando en la actualidad.
Comprimible. El corcho es un material ligero, elástico, y su mejor atributo, comprimible, pues se adapta perfectamente al cuello de la botella.
Posición. Además, si la botella de vino se mantiene en posición horizontal, entonces el líquido hará contacto con el corcho, e impedirá que este se seque y pierda su hermetismo, entrando así aire en la botella.
Oxigenación. El corcho está formado en un 90% por aire, con propiedades microcelulares que posibilitan la maduración del vino en botella gracias a su óptima permeabilidad al oxígeno y su disolución en el vino.
Químicos. El tapón de corcho consigue mantener, más que cualquier tipo de cierre sintético, el equilibrio entre dos reacciones químicas que tienen lugar en el vino; la reducción y la oxidación.
Verde. Para los que buscan cuidar de la naturaleza, es bueno que se enteren de que el corcho es un material renovable, y su extracción no causa ningún impacto negativo, pues no requiere la tala de árbol; los alcornoques tienen la capacidad de regenerar la corteza de corcho que se les ha quitado.
Salud. Además de todos estos aspectos, a nivel de salud y bienestar, los tapones de corcho han probado su incapacidad de hacer daño alimenticio durante centenares de siglos y ésta nunca ha sido puesta en evidencia. Es más, los tapones de corcho en contacto con el vino pueden generar compuestos saludables como la “acutissimina A”, un fuerte agente antitumoral.
Un dato importante, es que los corchos de buena calidad son los que aparecen enteros, sin grietas y manchados sólo en la zona que ha estado expuesta al vino. Si no ocurre esto habrá que permanecer en guardia ante el estado de conservación del vino.
Puede parecer muy extraño que un material tan pequeño tenga tanta influencia en la calidad de un vino, pero todos estos beneficios que trae el corcho demuestran claramente que sí lo es.
La ceremonia de destapar una botella de vino pierde su sentido si el tapón es sintético. No es casualidad que los mejores vinos y champanes del mundo lleven tapón de corcho, por lo que se debe seguir practicando esta emblemática y justa tradición. ¡Buen corcho, buen vino!