Buen signo: sube la confianza

Buen signo: sube la confianza

El primer trimestre de este año fue de desaceleración para la economía y de incertidumbre y desazón para los sectores productivos y la inversión. La reforma tributaria contrajo las ventas y por esa causa la confianza, que opera en la economía como la adrenalina en el atleta, bajó a niveles de depresión. La gravedad de la coyuntura obligó al Gobierno a tomar medidas urgentes, como la inyección de recursos al sistema financiero para reactivar el crédito con tasas moderadas y motorizar la construcción y el aparato productivo.

Los resultados de estas medidas han sido positivos. Una encuesta de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) determinó que  el Índice de Clima Empresarial (ICE)   aumentó hasta  50.9, siendo esta la primera vez que supera los 50 puntos, lo que se traduce en un incremento de la  confianza sobre el rumbo de la economía nacional e internacional. La medición tomó en cuenta los resultados del desempeño y las percepciones de los empresarios.

Con este barómetro, el Gobierno deberá valorar la necesidad de continuar estimulando el factor confianza, haciendo cuantos ajustes sean necesarios en su política económica, y sobre todo, en el aspecto fiscal, que fue el más influyente en la desaceleración experimentada en el primer trimestre del año, y por tanto en la disminución de la confianza de los actores económicos.

Terror en nuestras calles

La violencia hace de las suyas en cualquier parte y a cualquier hora, con balances trágicos en perjuicio de ciudadanos inofensivos. Es horroroso que una estudiante de 18 años resultara muerta y otros dos escolares heridos por disparos hechos por unos rufianes que se movilizaban en un carro gris. Las víctimas se dirigían  a sus casas después de concluir una jornada de estudios en el liceo Fidel Ferrer, en el ensanche La Fe.

También constituye un acto terrorífico la balacera que provocó heridas a cinco pasajeros, cuando choferes dirimían a balazos, en plena avenida Duarte,  una disputa por rutas de transporte. Estos sucesos aterradores dejan bien claro que la seguridad ciudadana no está en manos de la autoridad, sino de antisociales que no tienen ningún prurito para disparar sus armas sin importarles quien caiga. Las autoridades no pueden continuar disfrazando de simple percepción esta conducta criminal.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas