Buena señal

Buena señal

Desde que fue designado secretario de Salud Pública, el doctor Bautista Rojas Gómez ha exhibido preocupación por la calidad de los servicios médicos que el Estado ofrece a la población más pobre.

Al menos, es lo que se ha podido captar en sus recorridos de inspección, y más que en sus expresiones, en decisiones que ha tomado para corregir situaciones en las cuales parece haber sido puesto en juego el aspecto cualitativo de la atención a pacientes.

Uno de sus pronunciamientos más recientes, al referirse a la convocatoria a paralización de labores hecha por el Colegio Médico Dominicano, advierte que si bien es importante el aspecto de la remuneración del personal hospitalario, también es esencial mejorar la calidad de los servicios en el aparato sanitario del Estado.

Es estimulante que se insista en el aspecto cualitativo de la atención en  salud, que no solo significa mejor atención por parte del personal médico y paramédico, sino también mejores condiciones de trabajo, y esto incluye aspectos tan importantes como instalaciones físicas y equipos por un lado, y una remuneración justa por el otro.

Hasta donde hemos visto, el ejercicio de este funcionario se fundamenta en una actitud que debería ser asumida en todas las esferas de la administración pública en que se brinde servicio a la población, que es la que, con sus tributos, sustenta esas áreas.

No podemos menos que respaldar este estilo y abogar porque las observaciones hechas a propósito del sistema hospitalario tengan la mejor acogida y motiven decisiones que las hagan viables.

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Paro médico

El Colegio Médico Dominicano ha convocado a una huelga nacional de una semana a partir del lunes 3 de octubre, para protestar porque el Gobierno no incluyó el aumento salarial de ese sector en el presupuesto para el 2006.

Con esta convocatoria, los médicos están reclamando el cumplimiento de acuerdos logrados en protestas anteriores, mediante las cuales se pretendía que el incremento salarial entrara en vigencia en el año en curso.

De principio, reconocemos que los médicos tienen razón y todo el derecho a exigir que el Gobierno honre su palabra y reafirmamos nuestro criterio de que estos profesionales deberían ser mejor remunerados.

Lo que no entendemos es que se hable de medidas de presión cuando aún no está terminado el Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos para el 2006. Ahora mismo, el debate es por una reforma tributaria que deberá compensar el déficit que enfrentará el Gobierno por el desmonte arancelario y la eliminación de la comisión cambiaria.

En estos momentos, la incertidumbre es cubrir el déficit fiscal que se avecina y, por tanto, resulta bastante precipitado que se hable de huelgas para exigir la consignación de aumentos de salarios en un presupuesto que todavía no es ni siquiera proyecto.

Entendemos que el Colegio Médico Dominicano debería sopesar la inoportunidad de la coyuntura actual para convocatorias de esta naturaleza.

En todo caso, se debería procurar mediante el diálogo que se hagan los reajustes necesarios para que la reforma tributaria, eventualmente, permita cumplir el acuerdo de alza salarial.

Hablar de huelga ahora no parece lo más atinado.

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