Buena señal en comunicaciones

Buena señal en comunicaciones

Este país está entre los que más altos impuestos aplican a las telecomunicaciones, circunstancia que hace muy costosos los servicios de telefonía e internet y limita el acceso de mucha gente a estos adelantos. Es insostenible el argumento oficial de que los altos impuestos de la internet tienen el objetivo de financiar su expansión hacia zonas donde no existe. La red mundial es el instrumento que ha revolucionado el acceso al conocimiento, pero aquí su alto precio conmina a mucha gente a permanecer en la ignorancia.

Sin embargo, de pronto se avistan señales que mejoran las expectativas. Por un lado, el presidente de Indotel, licenciado Gedeón Santos, informa que ese organismo tiene avanzados los estudios que permitirían reducir los precios de la telefonía y la internet. Y por otro lado el embajador de Israel, Bhij Mansour, quien adelanta que la adquisición de Orange y Tricom por el Grupo Altice propiciaría rebajas significativas en los precios de estos servicios.

La brecha digital alimentada por los altos costos, abusivos e injustificables, es una negación al derecho a la luz del conocimiento. Es la antítesis de la política oficial, de mejorar sustancialmente la educación a través de los planes de alfabetización de iletrados y tanda extendida. El desmonte de los altos impuestos de las telecomunicaciones es vital para reducir esa brecha social.

Debilidad ante males renales

Aunque la alta incidencia de trastornos renales es preocupación mundial, en nuestro país hay factores que agravan la situación. La abundancia de diabéticos e hipertensos aumenta la proclividad hacia los males de riñón, cuyo tratamiento es altamente costoso y está pobremente cubierto por la seguridad social. Para empeorar las cosas, el doctor Guillermo Álvarez, presidente de la Asociación de Nefrología, afirma que la mayoría de los hospitales no cumplen las normas que regulan las unidades de diálisis.

Ante este cuadro, los especialistas aconsejan que el Gobierno haga respetar los protocolos de tratamiento, mejore la cobertura en la seguridad social, y que trace políticas de prevención de males renales para orientar a los ciudadanos acerca de los hábitos alimenticios más saludables y la conveniencia de tener el ejercicio físico como hábito diario.

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