Buena voluntad para el diálogo

Buena voluntad para el diálogo

El llamado a diálogo hecho por el presidente Leonel Fernández a las “fuerzas vivas” del país ha encontrado respuesta positiva. Un número importante de  organizaciones ha expuesto su disposición de conversar con el Presidente, no solo  acerca de los temas que él tiene en su agenda, sino  también aportar aquellos tópicos que interesan a sectores diversos de la sociedad. Esta disposición brinda la oportunidad para iniciar el diseño de esa agenda nacional que tanta falta nos hace para esculpir nuestro porvenir como nación. Probablemente, lo más equilibrado sería cotejar todos los temas, los que aporte el Gobierno y los que tienen en carpeta las organizaciones de la sociedad civil, para la agenda del diálogo a que convocará el Presidente.

La crisis financiera y la manera en que afectará nuestra vida es un tema obligado en una agenda de diálogo nacional. Sin embargo, al margen de esta preocupante  coyuntura hay asuntos que hemos estado aplazando y que se han agravado con el tiempo. La corrupción tampoco ha sido encarada con decisión y firmeza, y hay decenas de expedientes engavetados. El desempeño de la Justicia parece co-responsable de los altos índices de delincuencia y los planes de lucha contra la pobreza, por ejemplo, no han logrado desmontar el porcentaje de dominicanos desnutridos. Aprovechemos la respuesta al llamado a diálogo para elaborar la agenda nacional.

Elementos para investigación

Las autoridades judiciales tienen en sus manos nuevos elementos para ampliar la investigación sobre el asesinato del técnico de la Dirección de Aeronáutica Civil  Angel Christopher Martínez. Documentos y argumentos expuestos  en una entrevista de  televisión por Erick Christopher Martínez, hijo de la víctima, podrían servir de hilo conductor hacia el origen de la conspiración para asesinarle y las motivaciones que tuvieron sus victimarios.

Después de los sangrientos sucesos de Paya, Baní, el país ha visto la vulnerabilidad de algunas de nuestras instituciones, infiltradas por el crimen organizado. Más adelante, la desaparición de un avión con doce personas y las circunstancias aparentemente irregulares en que se produjo el vuelo, ha puesto sobre el tapete elementos que merecen una minuciosa investigación. La Justicia está en el deber de jugar un buen papel para desentrañar estos tinglados tenebrosos.

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