BARCELONA. ESPAÑA. Tranquila, pero sin dejar de ser divertida y dinámica. Con grandes obras arquitectónicas, entre las que se destacan las construidas por Antoni Gaudí, además con una variada y exquisita gastronomía, así es la ciudad mediterránea de Barcelona. 

Keiko Watanabe es una japonesa de 27 años y estudiante de Bellas Artes en Yokohama. Su primer viaje a Europa consiste en dos días en Barcelona, y dos en Madrid, donde también ha visitado Toledo. Pero su auténtica prioridad era ver las obras del destacado arquitecto Gaudí, en la que también se denomina la Ciudad Condal.

La encontramos visitando “La Pedrera”, en el paseo de Gracia. “Es una maravilla. Es imposible imaginar este tipo de arquitectura en Japón. A los japoneses nos encanta Gaudí. Es tan original, tan distinto, tan especial”, dice.

Hiro Fujisawa, otro japonés de los miles y miles que visitan Barcelona solo por admirar la obra de Gaudí, tiene 50 años y hace cola junto con su mujer para entrar en la Sagrada Familia. Es la segunda vez que visita este templo, quizá la obra más famosa de Gaudí.

Pero sería un error y una gran limitación pensar que la arquitectura espectacular de Barcelona solo es de Gaudí. Si uno pasea por las calles de la ciudad o viaja con el autobús turístico podrá admirar una urbe con una enorme cantidad de edificios singulares y variados, con muchos estilos distintos, que le dan un aire especial.

De hecho el distrito central del Eixample está lleno de ejemplos de esta arquitectura llamada del “Modernismo”, de finales del siglo XIX y principios del XX, que se considera una variante del “Art Nouveau” y cuyos máximos exponentes son, además de Gaudí, Josep Puig i Cadafalch y Lluis Domènechi Montaner.

Gracias a burgueses adinerados y, podríamos decir que caprichosos, estos arquitectos construyeron edificios muy originales llenos de adornos y de un estilo chocante, rebuscado y floreado.

Otra de las buenas razones para visitar Barcelona es la gastronomía. Considerada capital mundial de la buena mesa y una de las cunas de la llamada cocina mediterránea, Barcelona tiene un nivel de calidad, imaginación y variedad muy alto. Y no hay que ir a los restaurantes más famosos o los más caros para darse cuenta. Pase a la  3C.