Para los proyectos concertados por Santiago, el señor presidente de la República, Luis Abinader, emplea con certeza el método de “Victorias Rápidas” del inglés “Quick Win”. Gesta el impulso de iniciativas de resultados rápidos que muestren en los hechos que se puede avanzar en lo bueno.
El contexto lo aportan los objetivos de Santiago al 2030, según el Plan Estratégico de Desarrollo Territorial.
Directamente de Jeffrey Sachs, doctor en economía de la Universidad de Columbia, escuchamos la explicación de esta metodología cuando fui invitado en 2000 por Naciones Unidas y Presidencia.
En Santiago organizamos los proyectos en 4 tipos. Primero: Victorias Rápidas “Quick Win” de ejecución focalizada. Segundo: proyectos de aumento de la escala territorial de la intervención. Tercero: iniciativas de quiebre de tendencias adversas, y cuarto: intervenciones de no retorno a la situación crítica. El éxito de un proyecto se asocia a saber escalar y ampliar las intervenciones.
Matta y Ashkenas en Harvard Business Review publicaron: ¿Por qué los buenos proyectos fallan de todas formas? Indican que una auténtica “quick win” debiera tener una duración no mayor de 100 días, llamando la atención sobre acciones protectoras para que los proyectos no naufraguen.
La Oficina Técnica del Consejo de Santiago, obtuvo el primer premio entre 140 ciudades desde Buenos Aires hasta Barcelona del Centro Iberoamericano de Desarrollo (CIDEU) con su propuesta de Sistema de Implantación de Proyectos Estratégicos, incluyente de estos conceptos.
Las victorias rápidas son parte de Santiago 2030. Acciones de elevada utilidad práctica que requieren continuidad, complementariedad, articulación y sostenibilidad para que se puedan insertar en los grandes proyectos.
Las ganancias rápidas pueden ser obras físicas como de fortalecimiento institucional. Son intervenciones limitadas tipo táctico o inmediato para lograr hechos notorios, patentes y ostensibles que aportan los primeros avances en las soluciones de problemas.
También generan respaldo social para las grandes intervenciones. Si “craneamos” bien en cada gran proyecto estructurante se pueden establecer diversas “quick win”. Acciones que fundamentan el éxito inicial de toda gestión pública y a las que debe dársele el apoyo necesario para que sean sostenibles.
Una condición de una buena “quick win” es si contiene acciones que pueden ser ampliadas con intervenciones de sostenibilidad en la medida que permitan posteriormente aumentar la escala territorial.
Las auténticas “quick win” deben facilitar nuevos estudios de factibilidad, render, diseños, maquetas, planos y obras como insumos de los proyectos estructurantes.
Finalmente, una victoria rápida de calidad valoriza el ámbito general de actuación de un proyecto. Crea una mínima estructura gerencial, institucional y organizativa. Permite seleccionar de acuerdo a criterios técnicos definidos, el conjunto de acciones tácticas y operativas que una entidad puede ejecutar exitosamente en el territorio.