Tiene una calle con su nombre en Santo Domingo que es de los homenajes de mayor merecimiento por sus actuaciones e indiscutible valentía en favor de la soberanía dominicana. Pero quizás solo algún familiar sabe quién era y los valiosos servicios que ofreció a la República poniendo en riesgo su vida.
Se trata de Buenaventura Freites, cuyo nombre ostenta una hermosa avenida de Los Jardines.
Descubrir su historia personal resultó difícil y fue poco lo encontrado.
Un familiar publicó un folleto describiendo la genealogía del apellido, sin embargo, no reposa en archivos y bibliotecas consultados. El autor, Héctor Darío Freites Caminero, falleció hace alrededor de dos años. Su trabajo se titula “La llegada de los Freites a la Hispaniola”. Quizá ahí aparecen datos de Buenaventura.
Una referencia encontrada en internet fue la pista para indagar sobre esta figura intrépida.
Lo describe como un “Amigo de Duarte y colaborador de la independencia nacional”.
Y en páginas genealógicas de la web se consigna que nació en Cumana, Venezuela, hijo de José Antonio Freites.
También que fue el padre de Próspero Ramón Freites.
En la historia dominicana. Al acudir a los libros de autores nativos que tratan sobre las luchas por la Independencia, el grito libertador en la Puerta del Conde la noche del 27 de Febrero, la vida de Juan Pablo Duarte, su exilio y sus compañeros trinitarios, aparece Buenaventura Freites cumpliendo misiones gloriosas.
Figura como pasajero del “Bergantín goleta español Elvira”, el 24 de noviembre de 1943, con destino a Curazao. Le acompañaban Pedro Alejandrino Pina, Juan Isidro Pérez, Pablo Paz del Castillo, Luis Senior y otros que llegaron junto a él a La Guaira, el 24 de octubre.
La noticia se publicó en “El Venezolano”. En Curazao estaba Juan Pablo Duarte, pero la comunicación entre Santo Domingo y esa isla estaba controlada por agentes de los afrancesados que interceptaban las cartas destinadas al patricio. Buenaventura sirvió de emisario, llevando correspondencia al futuro Padre de la Patria y trayendo respuestas a los que en el país estaban comprometidos con el ideal redentor.
Los ejemplares donde más se destacan las actuaciones de Freites son “Vida y obra de Juan Pablo Duarte”, por Pedro Troncoso Sánchez, y “Apuntes de Rosa Duarte”.
Entre otras, Freites llevó a Duarte una misiva de Pedro Alejandrino Pina, el 27 de noviembre de 1843, que iniciaba: “Por las cartas que el amigo Freites le lleva, y que yo y nuestro muy estimado Pérez tuvimos la satisfacción de abrir, validos de la confianza que mutuamente nos hemos dispensado, como también de la seguridad que teníamos de que entre ellas venían cartas para nosotros…”.
Le cuenta cuánto había progresado el partido duartista, “que recibe vida y movimiento de aquel patriota excelente, del moderado, fiel y valeroso Sánchez, a quien creíamos en la tumba…”.
Además, Freites entregó a Juan Pablo las notas que le escribieron su hermano Vicente Celestino y el propio Sánchez, poniéndolo al tanto de la situación política del país, solicitándole “auxilio” para el triunfo de la causa, “así sea a costa de una estrella del cielo”, como dos mil, mil o 500 fusiles, cuatro mil cartuchos, dos o tres quintales de plomo, 500 lanzas “o lo que puedas…”.
“Esto conseguido, añaden, deberías dirigirte al puerto de Guayacanes, siempre con la precaución de estar un poco retirado de tierra, como una o dos millas, hasta que te avise, o haga señas…”, alertaban.
Como se puede apreciar, el contenido de esas cartas era subversivo, hubiese tenido graves consecuencias si las descubrían. Freites no tuvo reparos en cargarlas, a riesgo de su integridad física.
Troncoso Sánchez narra estas entregas y pondera la labor del “amigo venezolano” Buenaventura Freites, que transportaba “tamañas revelaciones para aquellos pobres proscritos, hambrientos de noticias”.
Jacinto de la Concha y su hermano Tomás, aprovecharon la patriótica generosidad del solidario Freites y enviaron con él dos cartas a Duarte. “La primera contenía excelentes noticias: que Sánchez, contrariamente a lo divulgado, se había salvado y estaba al frente del Movimiento; que Mella había sido libertado y se encontraba en Santo Domingo en actividades revolucionarias, que todas las circunstancias eran favorables a la conspiración de la independencia”.
Además, incluía “un plan para comenzar la lucha, coincidente con el concebido por los trinitarios emigrados”. Y comenta don Pedro que “puesto que Duarte estaba en el extranjero, unos y otros pensaron que la acción se iniciaría desde el exterior “con un desembarco clandestino en la costa dominicana”.
Agrega que después que Pina y Pérez se enteraron de aquellas notas, “abrumaron a Freites con sus preguntas. Las informaciones que les dio el recién llegado pudieron resumirse así: la propalada muerte de Sánchez no pasó de ser un ardid para engañar a sus perseguidores y, “para fortuna del ideal de patria libre”, este rebasó la grave enfermedad”.
Freites, manifiesta Troncoso, “viajó y le llevó y comentó con Juan Pablo Duarte cinco cartas”.
El decidido venezolano es citado en cada misión con gratitud y elogios. “Ahora aprovechamos la ocasión del amigo Buenaventura Freites para repetirte lo que en otras te decimos, por si no hubiera llegado a tus manos”.
“En conformidad con lo que les diga Freites, que es el conductor de estas, espero que ustedes venderán sus relojes, Juan Pablo el suyo y su cadena, mi paisano Mariano las hebillas de breteles, pudiendo contribuir con más, a fin de que no deje Juan Pablo, por falta de dinero, de marcharse inmediatamente a verse con su familia.
¡Así lo exige el honor!”.
De Buenaventura Freites se afirma, además, que estuvo en el Baluarte del Conde la noche del 27 de Febrero, y que luego “sufrió expatriación por culpa de Santana”.
Queda pendiente ver su imagen en alguna foto y obtener más datos que permitan conocerlo mejor.
La calle. No se encontró resolución ni decreto que establezcan que la designación de la avenida Buenaventura Freites se debió a una iniciativa oficial. Quien haya sido el autor, rindió un tributo de justicia a un venezolano que luchó por la separación, peleó por la independencia nacional y fue amigo leal del Padre de la Patria.
La vía, sembrada de frondosos árboles, está localizada en el sector “Los Jardines”, abarcando parte de “Los Próceres”.