Algún día tenía que suceder. Un día, un desesperado iba a hablar, a decir en voz alta lo que “sabíamos” acerca de la preocupante Policía Nacional. Iba a destapar una Caja de Pandora, aquella primera mujer de la humanidad ofrecida a los hombres, según la mitología griega, y que es la responsable de la venida del mal a la Tierra, por haber abierto la caja en la que Zeus había encerrado todos los males. En la caja de Pandora sólo quedó la esperanza. Y eso nos queda.
Un día tenía que aparecer un policía como el raso Daurin Muñoz Martínez que, saltando sobre los miedos hablara claramente sobre las miserias policiales, aunque no abundara respecto a otras miserias humanas que allí tienen casa abierta y confortable.
En el periódico “Hoy” del pasado miércoles 14 de octubre –pag. 6ª– leo que los buhoneros de Villa Mella, municipio de Santo Domingo Norte, denunciaron el día anterior que son agredidos y amenazados por autoridades de la Policía Nacional y del Ayuntamiento durante los “operativos” de desalojo destinados a despojarlos de sus mercancías. Afirma Jesús Germán Castillo:
“El mayor Duval se queda con las mercancías y las vende por ahí. Me llevó treintaicinco mil pesos en mercancías la otra vez y dice que es capaz de irme a matar con toda mi familia”.
Esteban Santos, otro de los buhoneros, mostró su espalda repleta de fuertes huellas de golpeaduras y las muñecas maltratadas por ataduras (supongo esposas), presuntamente fruto de las agresiones del mayor Duval y un coronel identificado como Encarnación, que era encargado de realizar los “operativos”.
Según Javier Ureña, presidente de los buhoneros de la zona, resulta que el director de Espacios Públicos del Ayuntamiento, José Luis Canela “se roba las mercancías para venderlas… ahorita las vende, se hace una casa de tres plantas…”
Todo ese desastre goza de la indiferencia de las altas autoridades.
¿Será que éstas reciben parte de lo robado a los buhoneros, o se trata de una apática actitud frente a una asentada conducta criminal de una policía en gran medida desmoralizada?
Por otra parte me ha resultado clarificador el artículo de Luis Scheker Ortiz –pag. 13ª del mismo periódico– titulado “Develado el secreto del crecimiento”.
Resulta que el crecimiento vertiginoso está basado en la corrupción. Informaciones oficiales de organismos internacionales de alto prestigio afirman en una nota: “Las medidas adoptadas por el Gobierno chino para luchar contra la corrupción (están) provocando indirectamente la desaceleración del crecimiento del gigante asiático”.
¡Ah…!
Entonces… ese enorme manantial de dinero que circula en nuestro país, la multiplicidad de la ostentación que prolifera… así, de un día para otro…
¿No será resultado de manipulaciones turbias?
Algunas no lo serán, porque el trabajo arduo de diversos grupos empresariales por largos y laboriosos años es harto conocido. Las fortunas heredadas también son de conocimiento público …y las que después de finalizado el terrible régimen de Trujillo durante el cual él creó fortunas y robó con ellas, esas fortunas pasaron a manos de quienes no las crearon, sino que las usufructuaron mientras maldecían hipócritamente aquella tiranía pero disfrutaban sus caudales financieros.
Llegó la hora de hablar verdades.
Hay que tener valor para actuar en consecuencia.
¿Lo tenemos?