Buenos signos de acercamiento

Buenos signos de acercamiento

Los gobiernos de República Dominicana y Haití exhiben una fuerte voluntad por llegar a acuerdos provechosos para ambos países. Después de la primera reunión de sendas comisiones en Juana Méndez, se ha anunciado la reanudación de las exportaciones dominicanas de pollos y huevos hacia el vecino Estado, en base a condiciones acordadas por las partes. Y el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, ha traído a colación que están prohibidas las repatriaciones masivas de indocumentados mientras dure el proceso de regularización de extranjeros. Al escuchar la declaración, por fuerza hay que pensar en los indocumentados haitianos, que son los más numerosos y han bailado en medio de un impasse provocado por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre los requisitos de nacionalidad dominicana.

Es bueno apuntar que la prohibición no puede significar en modo alguno una renuncia al derecho a deportar a los inmigrantes ilegales, y que debe ser cumplida al pie de la letra la disposición del Presidente de la República, de reforzar la vigilancia en la frontera para impedir la entrada de más indocumentados haitianos. Hay que neutralizar las complicidades responsables del paso de indocumentados desde Haití hacia nuestro territorio. Es necesario que los gobiernos dominicano y haitiano mantengan con vigor la voluntad de formalizar unas relaciones que deben ser más provechosas cada día para ambos países.

Crecimiento económico

Las cifras del Banco Central afirman que en el 2013 la economía creció hasta 4.1%, varios puntos por encima de las expectativas locales, de los pronósticos de la CEPAL y el FMI, y de la media de crecimiento de las economías de América Latina y el Caribe. Es una lástima que sectores como la industria no hayan sido los más influyentes en ese repunte, que sin duda habla muy bien de nuestro desempeño como nación.

Es lamentable que, todavía, el crecimiento sostenido de la economía durante varios años no ha tenido efectos más influyentes y notables sobre la calidad de vida de los dominicanos. Nuestro índice de desarrollo humano deja mucho que desear y seguimos teniendo cifras muy altas de desempleo. Hay muchas tareas pendientes para que podamos contar con un sector industrial más vigoroso y competitivo, que mejore nuestro desempeño en los mercados internacionales.

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