Decenas de viviendas fueron inundadas en el barrio La Barquita, en Santo Domingo Este, luego que una cañada que había sido tapada y convertida en un “bulevar” por la Oficina para el Desarrollo de la Comunidad se desbordara con las recientes lluvias.

Los afectados explicaron que debido a la gran cantidad de basura que depositan quienes habitan en la parte alta, del lado de Los Mina, las aguas se estancaron y terminaron desbordándose y dañó la obra.

En otros barrios rodeados por cañadas más grandes las aguas no hicieron daños, porque las organizaciones comunitarias emprendieron jornadas de limpieza y de educación, como medidas preventivas.

Eridania Rosario, quien habita cerca de la Cañada de Carlita, en La Barquita, consideró que las autoridades cometieron el error de no tapar completamente una de las principales fuentes de aguas residuales en la zona, por lo que muchos la utilizan como vertedero.

Como consecuencia, dijo, cuando se producen fuertes aguaceros la cañada se tapa e inunda todas las casas que quedan en la parte baja, dejando a algunos sin techo y ajares.

Una de las casas destruida fue la de Genaro Santana, quien tiene cuatro hijos, que ahora viven refugiado en casa de un amigo, debido a que prácticamente quedó en la intemperie.

Otra, propiedad que fue arrasada fue la de Carmen Luisa de la Cruz, quien perdió todos sus trastos y hoy no tiene con que proteger a cuatro hijos.

 Sin embargo, la cañada Bonavide, que cruza por cuatro sectores superpoblados del Distrito Nacional no hizo daño esta vez, porque había sido limpiada por las organizaciones sociales de la zona.

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La diferencia

Cañadas como la de Bonavide, en la Ciénaga, los Guandules y 27 de Febrero, la del Diablo y Los Dulceros, en La Zurza, no causaron daños en esos lugares porque las fundaciones que recogen la basura emprendieron jornadas de limpieza como medida de prevención. Domingo Bueno, dirigente comunitario de la Ciénega, instó a Obras Pública terminar de cubrir la cañada de Bonavide antes que se haga tarde.