Burocracia supernumeraria

Burocracia supernumeraria

Aún cuando se entiende que los efectos de las alzas del petróleo y los alimentos sobre nuestra economía obligan a recortar gastos en el Estado, hay signos que indican que esa no parece ser  la tendencia oficial en lo que respecta a la nómina pública.

Hay casos, como el de la Secretaría de Estado de la Juventud, en que se han hecho designaciones que parecen supernumerarias. La designación de diez subsecretarios en una cartera de estas dimensiones podría ser una exageración, a menos que, a partir de esas designaciones, se vayan a poner en marcha programas específicos que requieran estas designaciones.

Hay que recordar que fue motivo de mucha crítica que el Gobierno designara, en el período pasado, un número indudablemente exagerado de vicecónsules en ciudades de los Estados Unidos como Nueva York, por ejemplo, donde una buena parte de este personal no rendía ninguna labor. Se entendía que la nómina pública había quedado congelada como parte de las medidas de austeridad anunciadas por el Presidente Leonel Fernández al término de su período anterior de mandato. En los pocos cambios hechos para este período se nota una tendencia a contradecir la necesidad de ser austeros en los gastos de nómina, como parte del plan de ahorro. La economía ha sido lesionada por factores externos y no debemos sumar variables internas como burocracia supernumeraria.

No quisiéramos ni pensarlo

Empleados de la Lotería Nacional, una entidad del Estado, se han quejado porque, según denunciaron, estarían siendo acosados por gente de la administración que recientemente asumió el mando, encabezada por el señor José Francisco Peña Guaba. Según los denunciantes, allegados al nuevo administrador han empezado a hostigarlos, pidiéndoles cartas de recomendación “del partido” o desalojándolos de sus puestos de trabajo con aparentes fines de cancelación.

Entendemos que todo cambio de mando trae consigo cambios de subalternos, sobre todo en puestos claves o sensibles. Sin embargo, las calificaciones y la preparación no deben ser sustituidas por una carta del partido que sea. En la Lotería hay  gente con decenas de años de experiencia en determinados puestos que teme perderlos bajo la modalidad atropellante que se ha denunciado. El administrador de la Lotería debe ponerle fin a este tipo de acoso.

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