Buscan a «unos pocos» desaparecidos tras paso de tornado en Estados Unidos

<P>Buscan a «unos pocos» desaparecidos tras paso de tornado en Estados Unidos</P>

MOORE, Estados Unidos. AFP. Vehículos volcados, edificios destruidos y calles con escombros: en la estadounidense Moore, un día después del paso de un tornado el lunes que dejó al menos 24 muertos, los equipos de rescate seguían buscando entre los restos a «unos pocos» habitantes, que seguían desaparecidos.  

«El cuerpo médico confirmó hasta el momento 24 muertes. (…) Obviamente podría haber otras en los próximos días. La búsqueda sigue en pie, sobre todo en Moore porque tienen una zona muy amplia que cubrir», dijo el jefe de la Policía de Oklahoma City, Billy Citty, en rueda de prensa.  

«Vamos a seguir buscando hasta encontrar a todo el mundo», añadió por su parte Craig Fugate, responsable de la agencia federal de gestión de los desastres (Fema).  

El martes antes del mediodía, la jefa forense de Oklahoma City, Amy Elliott, dijo a la AFP que la morgue había recibido 24 cuerpos, nueve de ellos de niños, y que la mayoría habían sido identificados. Balances anteriores habían dado cuenta de 91 fallecidos, entre los cuales 20 niños.  

El tornado, de hasta 3 km de diámetro, arrasó el pueblo de Moore en las afueras de Oklahoma City, destruyendo a su paso casas, escuelas, edificios, arrancando hasta la corteza de los árboles y sembrando el pánico entre los habitantes.   Sumado a este panorama desolado, los servicios de agua y electricidad se habían interrumpido.  

«Recorrí la zona esta mañana», declaró Mick Cornett, alcalde de Oklahoma City: «La impresión que uno se lleva es que nadie podía sobrevivir a esto».  

«Y sin embargo sabemos que algunos lo lograron», dijo: «Sabemos que algunas personas lograron salir a rastras de entre los escombros, y estamos hablando de que hay más de un metro de material por donde sea que uno mire», dijo Cornett.

«Fue la madre de todas las tormentas», concluyó. 

101 personas halladas debajo de los escombros. Además de los 24 muertos reportados, el tornado también dejó al menos 237 heridos, detalló por su parte Mary Fallin, gobernadora del estado.  

Subrayó sin embargo que se desconocía el balance definitivo de fallecidos: «Sabemos que varios cuerpos fueron llevados al servicio de medicina forense, pero también oímos que otros podrían haber sido llevados a funerarias locales», explicó.  

Además, en la noche de lunes a martes, 101 personas fueron halladas vivas entre los escombros.  

Los servicios de meteorología precisaron que el tornado recorrió la zona durante unos 40 minutos y que los habitantes fueron alertados «16 minutos» antes de que se formara.  

La fuerza del tornado fue EF5 en la escala de magnitud de esos fenómenos, la máxima, dijo a AFP Kelly Pirtle, del servicio meteorológico nacional.  

Pirtle, del laboratorio Nacional de Tormentas potentes de la estatal agencia Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA, por sus siglas en inglés), declaró que «éste es un tornado EF-5, la más alta clasificación en la escala» vigente, con vientos de más de 320 km/h.  

«En lo que concierne a su gravedad, está en la cima», comentó por su parte a la AFP Jean-Marie Carrière, director del servicio de meteorología francés.  

El martes, el fenómeno se desplazaba hacia el este y el noreste, y se prevén «violentas tormentas» y tornados en el suroeste de Arkansas, el noroeste de Luisiana, desplazándose hacia Illinois y Wisconsin, en el norte del país.  

«Hoy rezamos por los habitantes de Oklahoma», dijo el presidente estadounidense Barack Obama en una declaración televisada desde la Casa Blanca, en la que prometió estar junto a la población afectada en los esfuerzos de rescate y reconstrucción.  

Obama declaró el lunes el estado de desastre en el área, abriendo la vía a ayuda federal y la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, tiene previsto desplazarse hasta el lugar el miércoles.  

Además, el secretario general de la ONU, Ban ki-moon expresó este martes su pésame a las familias de las víctimas y ofreció la ayuda de la organización, en caso de ser necesaria, para apoyar a las víctimas del tornado. 

Una zona de guerra. Según la cadena News9 fueron instalados refugios de emergencia en la ciudad, en especial en las iglesias y los llamados a realizar donaciones se multiplicaban en las redes sociales.  

Joe Jolly, un habitante de Moore, indicó a la radio pública NPR que su barrio parecía «una zona de guerra»: «Prácticamente me quedado sin casa».  

Steve Wilkerson también perdió su vivienda, pero está feliz de que su familia haya sobrevivido. «Voy a reconstruir todo. Hay que seguir adelante. Me gustaría respirar hondo y llorar, pero tenemos que ser fuertes y seguir», declaró a la cadena CNN.  

Los tornados son frecuentes en las llanuras de Oklahoma, pero rara vez tan fuertes como el del lunes, aunque la ciudad de Moore ya había quedado parcialmente destruida por un fenómeno de este tipo en mayo de 1999 que dejó 41 muertos.  

Estados Unidos es el país que sufre la mayor cantidad de tornados, con un promedio de 1.200 por año, según la agencia nacional oceanográfica y atmosférica estadounidense.  

«Solo 2% de los tornados en Estados Unidos llega a ese nivel», destacó Andrew Barrett, meteorólogo de la Universidad de Reading (Reino Unido).  

El estado de emergencia había sido decretado el domingo en 16 condados de ese estado.  

El jueves pasado, 10 tornados se abatieron sobre el vecino estado de Texas (sur), dejando un saldo de al menos seis muertos y decenas de heridos. 

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