buscan antídoto contra la ciguatera en el país

buscan antídoto contra la ciguatera  en el país

Científicos franceses realizan desde hace seis meses tres investigaciones marinas en el Banco de la Plata, localizado en la Bahía de Luperón, en Puerto Plata, con el interés de analizar las algas que generan la toxina causante de la ciguatera, para así crear un antídoto que ayude a contrarrestar la enfermedad, sin necesidad de que el afectado tenga que ser hospitalizado.

Además, los expertos llevan a cabo análisis de los corales así como rescates arqueológicos submarinos hundidos en la costa norte del país durante el tiempo de la colonia.

Referente a los estudios de la ciguatoxina, los resultados arrojados hasta el momento revelan cómo la acción de este veneno se ha potenciado con el surgimiento de algas marinas microscópicas que se fijan en los esqueletos coralinos.

De acuerdo a los científicos y biólogos que forman parte del equipo de investigadores franceses dirigidos por el capitán de navío Bernard Delemotte, actualmente se está trabajando en la sintetización de un suero salino comercializado en las islas Fidji y Madagascar, en donde según un estudio, se produce el mismo tipo de ciguatera que transmiten los peces y mariscos procedentes del mar Caribe.

Tanto en Fidji como Madagascar, a los pacientes intoxicados por ciguatoxina se les inyecta dosis de un suero salino, el cual, según los investigadores, actúa de forma exitosa. Como la ciguatera que transmiten los peces del mar Caribe es la misma de esas zonas, los investigadores están tratando de sintetizar este suero en forma de cápsulas para que los intoxicados puedan tratarse en casa, sin necesidad de que tengan que asistir a un centro médico.

Este medicamento sólo se tomaría en caso de que la persona esté intoxicada, es decir, que sería contraproducente ingerirlo en forma preventiva.

Los expertos han extraído diatomas y dinoflagelos, toxinas causantes de la enfermedad, para que sean analizadas en las Universidades de Marsella y Burdeos, con el apoyo del Centro Nacional de Investigación de La Habana.

Por ser un asunto de interés sanitario para los dominicanos, hace dos meses que los investigadores notificaron el proyecto a las autoridades de Salud Pública, empero, según la parte involucrada, éstas “todavía no reaccionan”.

[b]La intoxicación[/b]

El ciguatoxismo o ciguatera es un tipo de intoxicación derivada del consumo de peces o moluscos que ingieren algas verdeazules de los géneros Lyngbya, Gonyaulax, Gambierdiscus, Gymnodium y dinoflagelados.

Pescados como la picúa provocan este mal durante todo el año, y otros solamente contaminan en los meses de febrero, marzo, octubre y noviembre, tales como el mero, chillo, sierra, jurel, cabrilla, dorado, medregal, mora, cabra, pluma y capitán.

La ciguatera es un nombre indígena que viene desde 1511 y sus síntomas más comunes son: dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, sensación de hormigueo alrededor de la boca y en las manos, además de cierta debilidad en las piernas. Por lo general, estos síntomas se sienten en los primeros minutos hasta las seis horas luego de la ingesta de algún pescado.

Afecta sólo a los peces de agua salada que comen un alga que crece en ciertas áreas de aguas tropicales. Es un problema ecológico que tiene relación con el hábitat y sus alrededores. También ocurre una inversión de las sensaciones de temperatura en la cual los objetos fríos pueden parecer calientes y viceversa. Este tipo de toxina no es eliminada con la cocción del pez. Los animales no se ven afectados por la enfermedad, sólo la transmiten.

En la mayoría de los casos, los síntomas de la ciguatera desaparecen en un período de varios días hasta dos semanas.

Las investigaciones, realizadas por las empresas Subexplo e Hydrologic, de accionariado dominico-francés, incluyen además un análisis de la problemática relacionada con las subidas de temperatura del agua, comparativa con corales del Mediterráneo e Índico, así como estudios y clasificación de los naufragios hundidos en la costa norte de país.

Con el fin de medir la velocidad de formación de algunos corales, se han llevado a cabo diferentes experimentos de anillado, desqueje sobre los arrecifes en altamar y costa, y transplante de corales vivos de la especie Acropora Palmata sobre sus formaciones muertas, para hallar el mejor método de repoblación de los arrecifes devastados por los choques térmicos o por contaminación.

[b]Perfil[/b]

Bernard Delemotte tiene 44 años de navegación, 36 de buceo y 30 de realización cinematográfica. Ha buceado a 1.000 metros de profundidad y en 1965 se sometió a nueve días de supervivencia submarina a 250 metros de profundidad, para analizar el impacto de este test de fortaleza en el organismo humano.

Ha realizado expediciones arqueológicas en Grecia, Francia, Canadá, Estados Unidos, Guadalupe, Túnez y todo el Caribe. Trabajó junto a Jacques Cousteau. Ha realizado documentales para Telefrance 1 y Discovery Channel.

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