POR SOILA PANIAGUA
El gobierno dominicano hizo varias propuestas a los Estados Unidos en busca de un mecanismo que compense los efectos negativos que tendrá la modificación de la regla de origen para la tela usada en la elaboración de los bolsillos de pantalones, que se teme saque de competencia al fabricante y exportador local.

Así lo declaró Luis Fernández Durán, director del Consejo Nacional de Zona Franca, quien manifestó que el país estaría en disposición de aceptar los cambios propuestos por Estados Unidos, si se le permite utilizar otros insumos no regionales, que ayuden a compensar la pérdida o falta de competitividad que tendría la modificación de esa regla. Recientemente, Estados Unidos pidió a los países firmantes del Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica (DR-CAFTA) la modificación de la regla de origen para que la tela usada en la elaboración de los bolsillos de pantalones (tocketing), sea modificada.

Con el objetivo de buscar una salida a los problemas que esa medida podría ocasionar República Dominicana se presentaron varias ofertas al gobierno de los Estados Unidos a través del departamento, por el representante comercial y en estos momentos está a la espera de una respuesta, explicó.

Fernández Durán, quien forma parte de la mesa de negociación textil del DR-CAFTA, dijo que ese cambio afecta el sector más importante de la industria textil de zona franca que es el de los pantalones, renglón que representa el  más del 40% de las exportaciones. Las empresas de zona franca generan unos 170,000 empleos, de los cuales el renglón textil aporta 120,000.  En tanto que los ingresos netos que generan las empresas de zona franca alcanzan los US$900 millones.

Una de las implicaciones de la modificación de las reglas de origen en la tela de bolsillo de pantalones es que establece que la tela debe ser fabricada en unas de las naciones miembros y hasta ahora ni Centroamérica, ni República Dominicana, firmantes del DR-CAFTA, la fabrica, excepto Estados Unidos. Debido a esa situación, explicó, habrá que comprarla a ese país, aunque sea más cara que si se adquiriera en China o en Europa. En la negociación del DR-CAFTA se acordó que la tela de bolsillo podía ser de cualquier país y que el producto final podía ser exportado a Estados Unidos con las normas impositivas establecidas.

Sin embargo, la modificación establece que la tela sea hecha en unos de los países miembros del acuerdo, lo que beneficia a los estadounidenses. Eso Podría implicar un aumento en los costos de producción para los fabricantes de pantalones de República Dominicana y, por ende, una disminución en su competitividad.

Según sectores ligados a la Asociación Dominicana de Zona Franca, República Dominicana potencialmente sería la nación más afectada por la modificación de esa regla de origen, por ser el país que más produce y exporta pantalones a los Estados Unidos.

“Eso afecta al país en el sentido de que lo saca de competencia, porque sería más cara, que si se comprara en otra nación”, dijo un empresario ligado al sector de zona franca, quien no obstante, confió en que habrá mecanismos compensatorios. Esa modificación de la regla de origen requerirá que la tela de bolsillo que se usa en la fabricación de pantalones sea fabricada en las naciones donde se origina el producto, pero hasta el momento ni Centroamérica, ni República Dominicana la elaboran.

La modificación de esa regla de origen es parte de un compromiso que hicieron las autoridades estadounidenses con la industria textil norteamericana el año pasado, durante el proceso de aprobación del DR-CAFTA. Sin embargo, empresarios dominicanos estiman que esa disposición servirá para que se creen otros mecanismos que contribuyan a afianzar la producción de textiles en el país.

De hecho, ya hay naciones que han hecho la negociación con Estados Unidos y que, inclusive, la concluyeron, como es el caso de El Salvador, Honduras y Nicaragua, en tanto que República Dominicana está en el proceso.

Los empresarios de zona franca estiman que la situación que se ha presentado representa una oportunidad para conseguir una compensación a los fabricantes de pantalones, que al final beneficiará a todo el sector textil.