NUEVA YORK.  EFE.  Los investigadores buscan río abajo los dos motores del Airbus 320 que amaró sobre el Hudson con 155 personas a bordo, ya que podrían contener evidencias físicas de que la colisión con aves fue la causante del accidente.

“Estamos utilizando un sónar para localizar los motores, porque se han separado del avión. Con ellos esperamos tener evidencias físicas sobre las causas del accidente”, anunció ayer Kitty Higgins, miembro del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte de EU, encargado de la investigación. En una conferencia de prensa, Higgins detalló que “entra dentro de lo normal” que los motores se separaran del avión tras el impacto y que se han empezado a buscar desde el punto del impacto.