Buscan más de mil  desaparecidos bajo alud
en Filipinas

Buscan más de mil  desaparecidos bajo alud <BR>en Filipinas

GUINSAUGON, Filipinas, (AFP) – La esperanza de hallar sobrevivientes disminuía ayer sábado, un día después del alud de lodo que sepultó a un pueblo del centro de Filipinas causando 1.420 desaparecidos, entre los cuales 246 alumnos y maestros de una escuela, según la Defensa Civil.

El balance sobre el número de desaparecidos difiere según las fuentes. Mientras que el director de la Defensa Civil, Adriano Fuego, anunció el sábado la desaparición de 1.420 personas, responsables políticos locales y socorristas habían anunciado antes la cifra de 3.000.

Ningún nuevo sobreviviente ha sido extraído del alud de lodo desde el viernes en Guinsaugon, en el sur de la isla de Leyte (675 km al sureste de Manila), según la gobernadora de la isla Rosette Lerias.

Hasta el presente, 43 cuerpos han sido sacados de entre los escombros,  afirmó. Las operaciones de búsquedas aéreas han sido suspendidas a causa de condiciones meteorológicas desfavorables, y en un comunicado el ejército juzgó “escasas” las posibilidades de hallar sobrevivientes.

“Teníamos 30 pueblos en el distrito, ahora sólo hay 29. Uno de ellos ha sido borrado del mapa”, declaró a la AFP Eulogio Dala, un concejal del distrito

Durante todo el día, los socorristas civiles y militares concentraron sus esfuerzos, muchas veces sin medios mecánicos, en llegar hasta la escuela primaria de Guinsaugon, donde 246 alumnos y maestros quedaron atrapados.

Pero no ha habido más signos de vida desde los mensajes de auxilio enviados por teléfono portátil el viernes en la noche.

Según Cornelio Solis, del departamento de Salud, rocas “tan grandes como casas” impiden todo avance. “Necesitamos más excavadoras”, dijo.

Se calcula que la capa de lodo que cubre las rutas y el pueblo tiene seis metros de espesor, lo que impide el envío de maquinaria pesada y ha dejado un paisaje de devastación.

“Es como si la montaña entera hubiese caído sobre el pueblo”, explicó Virgilio Mortera, alcalde de la vecina ciudad de Cabalian, refiriéndose al alud.

“Lo único que hallan son cadáveres”, declaró Jimmy Angay, un periodista de la radio DYVL presente en el lugar.

Como en el pasado, la deforestación fue acusada de haber favorecido la catástrofe. Fuertes lluvias cinco veces superiores al promedio han caído sobre la región desde el 6 de febrero, causando más de 20 muertos.

La comunidad internacional ha comenzado a movilizarse. Estados Unidos aportará ayuda inmediata a Filipinas y dos buques militares ya están en camino hacia la zona, anunció la Casa Blanca el viernes.

Australia ha prometido un millón de dólares para ayudar al país.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas va a enviar un equipo de evaluación y de coordinación a Filipinas.

La delegación, encargada de medir las consecuencias de la catástrofe y de pedir los socorros necesarios a la comunidad internacional, debía llegar al lugar este sábado, indicó la ONU en un comunicado.

En un discurso transmitido a la nación por la televisión, la presidenta filipina, Gloria Arroyo, afirmó que equipos de rescate fueron enviados inmediatamente al lugar por “aire, tierra y mar” para hacer frente a esta catástrofe.

“Ordené a los guardacostas y a toda nuestra fuerza naval en la región de Visayas (centro de Filipinas) que se dirijan a esa zona”, indicó.

“Los barcos de la marina serán utilizados como hospitales flotantes y centros de comando para ayuda y rescate”, añadió la mandataria.

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