Buscan otros miembros de ETA

Buscan otros miembros de ETA

PARIS (AFP) – La policía francesa reanudó este lunes los registros de tres escondites subterráneos de la banda armada separatista vasca ETA descubiertos el domingo en varias localidades del suroeste francés en una amplia operación que permitió la captura del máximo dirigente de la organización, Mikel Albizu Iriarte, alias «Mikel Antza».

   Según fuentes policiales, las tareas de registro de los tres zulos de Saint-Pierre d»Irrube, Urrugne y Briscous, y de otros escondites de Ayherre, así como de tres hallados en otras pequeñas localidades de la región, se van a prolongar durante toda la semana.

   En la operación, fruto de la cooperación entre la policía francesa y la Guardia Civil española, fueron detenidas además cerca de 20 personas, incluido un camionero español arrestado en Burgos (norte de España), de las cuales tres ya habrían sido puestas en libertad.

   Junto a Mikel Antza, de 43 años, considerado el jefe del aparato político de ETA, también fue detenida su compañera sentimental Soledad Iparragirre Genetxea, alias «Anboto», supuesta responsable de los comandos «legales» (miembros no fichados por la policía) de ETA.

   Ambos tienen un hijo de cinco años nacido en Cuba y vivían en la clandestinidad pero a sólo una hora del País Vasco español, en una gran casona vasca en la localidad de Salies de Béarn, sin despertar la más mínima sospecha entre sus vecinos, que este lunes no salían de su asombro.

   Pese a que las últimas informaciones de las policías francesa y española hacían pensar que los miembros de ETA habían ido subiendo hacia el norte de Francia por sentirse cada vez más cercados por las fuerzas del orden, el líder máximo de la banda, del que salían las órdenes de matar, vivía cerca de la frontera.

   Sus detenciones se suman a una larga lista de arrestos desde el acuerdo franco-español de cooperación antiterrorista firmado en 1987 y son sin duda el mayor golpe asestado a la organización desde el desmantelamiento de su cúpula en 1992 en Bidart, también en el País Vasco francés (suroeste).

   Sus destinos están ahora en manos de la jueza antiterrorista francesa Laurence Le Vert, encargada de la instrucción de casi todos los sumarios contra los activistas de ETA capturados en Francia en los últimos 15 años.

   Según la policía, Mikel Antza y Anboto permanecieron tranquilos y serenos durante los primeros interrogatorios, en los que no pronunciaron una sola palabra.

   En el último año, más de 30 miembros de ETA han sido capturados en Francia, entre ellos, el presunto jefe del aparato logístico de la banda, Félix Ignacio Esparza Luri, alias «Navarro», y Felix Alberto López de la Calle, «Mobutu», supuesto responsable del aparato militar. Además, unos 130 presuntos etarras, la mayoría de ellos españoles, están encarcelados en este país.

   Según el jefe de los servicios de información de la policía francesa, Pascal Mailhos, la captura de los dos líderes de ETA fue una «excelente sorpresa» que recibieron los agentes cuando llevaron a cabo la redada el domingo por la mañana, destinada más bien a la aprehensión de armas y detención de colaboradores.

   La operación, un «golpe excepcional contra ETA», es el fruto de cuatro años de trabajo y de una estrecha cooperación entre Francia y España, según el experto.

   «Pero mientras queden militantes y arsenales de armas, ETA seguirá siendo un peligro», aseguró.

   Según el ministro español del Interior, José Antonio Alonso, fueron descubiertos unos 700 kilos de explosivos además de un sinfín de armas de todo tipo, incluido armamento pesado, municiones y material para fabricar bombas.

   La policía descubrió también documentación importante de la banda terrorista, que deberá ser analizada, así como mucho dinero en efectivo, ya que Anboto es considerada responsable del cobro del llamado «impuesto revolucionario», extorsión realizada por ETA a la mayoría de empresarios vascos.

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