Buscan una vacuna universal contra la gripe

Buscan una  vacuna universal contra la gripe

EFE Reportaje
La vacunación es el método más eficaz para prevenir la gripe. Es necesario vacunarse todos los años dado que las cepas que circulan cada temporada pueden ser diferentes. No obstante, varios grupos de investigadores trabajan en la creación de una vacuna universal.

La gripe suele comenzar de forma brusca y viene acompañada de escalofríos, dolor de cabeza, congestión nasal, molestias de garganta, dolores musculares, pérdida de apetito, tos seca y malestar general. Aunque la mayor parte de afectados se recupera al cabo de una o dos semanas, para algunas personas la enfermedad puede acarrear complicaciones. Por ello se recomienda la vacunación antigripal para ciertos grupos de población.

Así, María José Álvarez Pasquín, especialista en medicina familiar y comunitaria y directora del sitio web “vacunas.org” señala que deben vacunarse contra la gripe las personas mayores de 60 o 65 años; los niños de entre seis meses y dos años con riesgo, como los prematuros o los que tienen displasia broncopulmonar, por ejemplo las personas con enfermedades cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas crónicas, tumores sólidos, hemoglobinopatías e inmunosupresión.

También deben vacunarse “las gestantes, los pacientes internados en centros de cuidados crónicos, los niños y adolescentes en tratamiento crónico con ácido acetil salicílico (AAS), los pacientes VIH positivos, los trabajadores de servicios públicos y el personal de salud, quienes conviven con grupos de riesgo, los viajeros a zonas de epidemia y, en definitiva, cualquier persona que desee evitar padecer la enfermedad”, destaca la experta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves es la vacunación. La vacuna estimula nuestro sistema inmune para que cree anticuerpos que combatan los virus que causan la gripe.

“La gripe es una enfermedad producida por el virus Influenza, que pertenece al grupo de los Orthomyxovirus, y que tiene tres serotipos diferentes: A, B y C”, detalla la doctora Álvarez Pasquín, quien explica que los virus Influenza se divide en subtipos basándose en dos proteínas antigénicas que se encuentran en la superficie del virus formando espículas. Se trata de la hemaglutinina (H) y de la neuraminidasa (N). Si varía la estructura de esas moléculas, la cepa del virus se modifica. Por este motivo, en los nombres de las distintas cepas, diferentes números acompañan a las letras H y N. Quizá uno de los más recordados sea el H1N1, pero hay otros muchos como el H3N2 o el H5N1, este último responsable de la gripe aviar.

El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España señala que la capacidad de los virus de la gripe para producir epidemias deriva de su facilidad para sufrir variaciones en las proteínas H y N.

Del mismo modo, la doctora Álvarez Pasquín aclara que el virus de la gripe “tiene la característica de presentar modificaciones de diferente grado de intensidad en su estructura antigénica, por lo que sufre cambios genéticos menores con frecuencia, lo que se conoce como deslizamientos antigénicos”.

“Estos cambios menores ocurren por mutaciones puntuales y obligan a la reformulación periódica de la composición de la vacuna gripal en uso.

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