Hace mucho rato que Miguel Vargas Maldonado está buscando desesperadamente dar un golpe de efecto que saque a su Partido Revolucionario Dominicano a la arena política. A cada momento se puede observar cómo el ingeniero Vargas Maldonado trata de salir del abismo en que se encuentra, después de propiciar el tollo de convención que dice efectuó el 20 de julio del año pasado, en la que impidió a fuerza de pistolas, revólveres, escopetas y metralletas, que la militancia del PRD se expresara libremente en la denominada convención, donde se oyó a personeros del miguelismo cuando ordenaban disparar «al que se atreva a cruzar la cerca».

En busca de se golpe de efecto, se puede ver cómo Miguel Vargas, con una labor de zapa, trata de atraerse a dirigentes desteñidos a sus huestes, pero aún no logra el golpe que ha querido generar

Recientemente en un acto deleznable y deslucido, juramentó a Tony Peña Guaba como secretario general del empequeñecido PRD, tras pedir la renuncia al vacilante Junior Santos. Pero tal acción pasó sin pena ni gloria.

Asimismo, Miguel Vargas acaba de reunirse con Antonio Marte, cabeza de un minúsculo grupo llamado Primero La Gente. Igualmente, la actividad casi pasó desapercibida.

Ahora se observa cómo el señor Vargas se ha desgañitado en elogios en favor de la dirigente Geanilda Vásquez, a quien busca atraer con los brazos abiertos.

Con todo ello, Miguel Vargas no logra rebasar los bajos porcentajes que otorgan en la preferencia electoral las encuestas. Es señores que Miguel Vargas tiene una forma muy rara de hacer política.

Recuérdese, que impidió que los perredeístas votaran en el mamotreto de convención que montó y ahora llama y dice que las puertas del PRD están abiertas, cuando hace unos meses las cerró para que no pudieran ejercer sus derechos.

¿No es rara la forma de este señor hacer política?