Buscando el crédito para sector productivo

Buscando el crédito para sector productivo

El Gobierno del Lic. Danilo Medina ha realizado extraordinarios esfuerzos para canalizar recursos crediticios al sector agropecuario y a las mipymes, y simultáneamente las autoridades del Banco Central han tomado una serie de medidas para aumentar el crédito a estos sectores. Sin embargo, serán necesarias otras decisiones y arreglos financieros para garantizar un volumen crediticio que impulse de manera sostenida la producción nacional y las exportaciones.
El Gobierno Central, al través del Banco Agrícola y el FEDA, ha canalizado financiamientos al sector agropecuario por un monto cercano a RD$16 mil millones, mientras Promipyme y la Banca Solidaria han prestado más de RD$2,300 millones a micro y pequeños empresarios. Y para que no haya duda de que el financiamiento representa una de las principales patas de las políticas gubernamentales, el propio Presidente Medina visita personalmente los proyectos, escucha las necesidades y se ocupa de facilitarles los financiamientos en condiciones cómodas.
Del lado de la Administración Monetaria, se modificó el Reglamento de Evaluación de Activos (REA), la Junta Monetaria elevó a RD$25 millones el techo de los créditos que la banca evalúa en función del historial de pago, y eso beneficia a las mipymes. También fueron liberados RD$20 mil millones del encaje legal de las instituciones financieras para ser canalizados, a tasa fija por seis años, a la industria, sector agropecuario, mipymes, comercio y viviendas.
Gracias a esa liberación de recursos se ha reactivado el crédito, a tal punto que a diciembre de 2012 el crecimiento nominal de los préstamos en moneda nacional al sector privado aumentaron en 5.38%, mientras al 25 septiembre de este año el crecimiento anualizado de los créditos fue de 14.4%, con un aumento de la cartera en RD$57,788 millones, cifra sin precedentes en los últimos cuatro años.
Ahora bien, los recursos liberados se acaban, y los fondos disponibles del Gobierno Central para canalizarlos al sector productivo tienen límites, y resulta que por su calificación crediticia y en algunos casos la ausencia de garantías, impiden al sector agropecuario y a las mipymes acceder al crédito privado; por ello es necesario crear mecanismos que faciliten los préstamos a tasas competitivas.
Uno de ellos es la creación de un banco para el desarrollo de las exportaciones. Los países de la región que han logrado un crecimiento sostenido de las exportaciones cuentan con bancos de segundo piso, estatales o mixtos, cuya finalidad es contribuir a estimular el sector externo canalizando créditos a los sectores productivos. Así Brasil tiene a BNDES, Colombia a Bancoldex, México a Bancomex, Bolivia el Banco de Desarrollo Productivo, Ecuador el BEDE, y Perú la Corporación Financiera de Desarrollo, para solo citar los más importantes. En un artículo publicado en julio de este año sugería alternativas para la creación de ese banco y una de ellas era utilizar el BNV a pesar del deterioro de sus indicadores financieros.
Este banco sería la vía expedita para el financiamiento a empresas pequeñas, medianas y grandes que sean capaces de multiplicar la capacidad exportadora, pero quedaría pendiente garantizar un mayor financiamiento privado al sector agropecuario y a las mipymes, cuya principal limitación es la carencia de historial de pago o de garantías, y en este caso la solución se encuentra en la nueva figura del fideicomiso de garantía, o la creación de sociedades para esos fines específicos, y al respecto en el Banco Central está a punto de concluir un anteproyecto para la creación de Sociedades de Garantías Reciprocas (SGR), las cuales aportarían las garantías, valga la repetición, y así los intermediarios financieros, gracias la disminución del riesgo crediticio y la provisión de reservas, se sentirían estimulados a incrementar sus carteras al agro y las mipymes.
También cabe la posibilidad, como ha sugerido la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), de utilizar los mecanismos financieros que establece la Ley de Desarrollo Hipotecario, con los fideicomisos, para dirigir los recursos de los fondos de pensiones y otros inversionistas institucionales a la industria y la agropecuaria.
Es necesario impulsar estas y otras figuras financieras para garantizar los recursos crediticios que permitan dar un impulso sostenido a la producción, las exportaciones y la creación de empleos de calidad.

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