Bush acepta enmienda contra las torturas

Bush acepta enmienda contra las torturas

Washington, (EFE).- En un giro de 180 grados, el presidente de EEUU, George W. Bush, aceptó hoy una enmienda republicana que prohíbe la tortura y reglamenta el trato de los extranjeros detenidos en la lucha antiterrorista. El pacto entre la Casa Blanca y el Senado sobre la propuesta del senador republicano John McCain, anunciado hoy, pone fin a varias semanas de arduas disputas sobre el contenido y alcance de esa medida.

El acuerdo cobra especial relevancia ante la polémica creada por la supuesta existencia en Europa del Este de cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y denuncias de que vuelos de EEUU con sospechosos de terrorismo a bordo hicieron escala en países europeos.

El pacto también elimina la única traba pendiente para la aprobación definitiva de un proyecto de ley de gastos militares para el año fiscal 2006, que incluye 50.000 millones de dólares para las operaciones militares en Irak.

El acuerdo “deja claro al mundo que este Gobierno no tortura y se adhiere a las convenciones internacionales contra la tortura, sea aquí o en el extranjero”, declaró Bush durante una reunión con McCain.

Bush, que inicialmente se resistió a la medida por considerarla un obstáculo en la lucha antiterrorista, ahora elogió a McCain como un paladín de los valores de EEUU en su lucha antiterrorista.

“Hemos trabajado de cerca con el senador y otros para lograr ese objetivo y para otorgar protecciones a quienes se encuentran en la primera línea de combate a los terroristas”, agregó Bush, quien calificó a McCain como “un buen hombre”.

La medida sumó adeptos en el Congreso, ante el escándalo desatado en 2004 por el maltrato de los presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, que mancilló aún más la imagen de Estados Unidos entre árabes y musulmanes.

También tuvo mucho peso político el hecho de que la enmienda la propusiera McCain, un ex piloto de la Marina que fue prisionero de guerra y torturado durante cinco años en Vietnam.

McCain agradeció los esfuerzos y “participación activa” del mandatario estadounidense por “resolver este asunto tan difícil”.

“Estoy muy complacido de que alcanzamos este acuerdo y que ahora podemos avanzar para asegurarnos de que el mundo entero sepa, como ha dicho tantas veces el presidente, que nosotros no practicamos la tortura ni damos trato cruel o inhumano”, señaló McCain.

La medida prohíbe el trato o castigo “cruel, inhumano o degradante” de los detenidos bajo custodia de EEUU -estén donde estén- y establece que el manual de operaciones del Ejército regule los interrogatorios.

McCain aseguró que la medida no ofrece excepción alguna y que los únicos cambios en la propuesta están relacionados con el código de justicia militar, que no alteran su objetivo final.

“Hemos enviado un mensaje al mundo de que EEUU no es como los terroristas. Somos una nación que defiende los valores y las normas para el trato de todas las personas, sin importar cuán malas sean”, dijo McCain.

Según el acuerdo alcanzado, los interrogadores de la CIA tendrán los mismos derechos legales de los que gozan los miembros del Ejército cuando son acusados de violar los reglamentos que rigen los interrogatorios.

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