Bush acusa al Congreso de
evadir sus responsabilidades

Bush acusa al Congreso de<BR>evadir sus responsabilidades

WASHINGTON,  (EFE).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, acusó ayer al Congreso de no cumplir con sus responsabilidades y mencionó la incapacidad del legislativo para aprobar normativas que permitan la financiación del gobierno federal.

Bush se quejó en su discurso radiofónico semanal de que los demócratas, que controlan el Congreso, van con retraso en la aprobación de proyectos de ley individuales “necesarios para que el gobierno federal siga funcionando” más allá del final del actual año fiscal el 30 de septiembre. “Están tratando de restablecer las fracasadas políticas de gasto e impuestos del pasado”, afirmo el inquilino de la Casa Blanca en su alocución radiofónica, en la que apuntó que “los demócratas están fracasando en cumplir con su responsabilidad de tomar decisiones difíciles y gastar el dinero de la gente sabiamente».

Con los niveles de aprobación en el punto más bajo de su presidencia, Bush trata ahora de culpar al Congreso de mayoría demócrata, que cuenta también con escaso respaldo ciudadano.

Desde su victoria en las elecciones legislativas de noviembre, los demócratas no han dejado de desafiar a Bush. El jefe de Estado y el Congreso mantuvieron un tenso tira y afloja este año sobre un proyecto de ley para ofrecer financiación adicional para las guerras de Irak y Afganistán.Bush ha propuesto limitar los gastos federales para el año fiscal que empieza el próximo primero de octubre a 933.000 millones de dólares y ha prometido que hará que se cumpla ese objetivo.

Los demócratas han diseñado un presupuesto que supera en 22.000 millones de dólares la cifra propuesta por la Casa Blanca.

Los rivales de Bush señalan que la insistencia de éste en aumentar de forma significativa el gasto en Irak ha dejado sin fondos a muchos programas domésticos, al tiempo que lo acusan de irresponsabilidad fiscal por haber aprobado abultados recortes fiscales que, dicen, benefician sobre todo a los ricos.

Bush quiere que esos alivios tributarios se conviertan en permanentes, mientras que los demócratas aspiran a que los que benefician a los sectores más adinerados de la población caduquen. Bush culpó a los demócratas de proponer “el mayor incremento fiscal de la historia” para los próximos cinco años.

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