WASHINGTON. AFP.  El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, advirtió  a los automovilistas estadounidenses que podría disponer  un «aumento de la presión» sobre los precios de la gasolina, debido al impacto del huracán Ike en las refinerías del Golfo de México.

«Nos preocupa la situación de la energía», dijo Bush en la Casa Blanca, advirtiendo que los automovilistas o personas en las gasolineras pueden esperar «un aumento de la presión sobre el precio de los combustibles.  A pesar  de que los daños causados por Ike a las infraestructuras, no fueron tan importantes como se había predicho para el sector energético», dijo Bush, luego de haber recibido un informe sobre la situación en los estados de Texas y Luisiana, golpeados por el ciclón.

Las refinerías todavía no han vuelto a funcionar a plena capacidad, por lo que «sentiremos un efecto doloroso» en los precios de la gasolina, advirtió el presidente. Evidenció su preocupación ante la posibilidad de que ciertas personas se quieran beneficiar de la situación y especulen con los precios, ante lo que dijo que los automovilistas pueden emitir sus quejas en el sitio web del Departamento de Energía.