Bush afirma que las milicias son el principal obstáculo en Irak

Bush afirma que las milicias son el principal obstáculo en Irak

Washington,  (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró hoy que las milicias armadas son el principal obstáculo para la formación de un Gobierno de unidad nacional en Irak y la estabilización de del país.

Bush se reunió hoy, por segunda vez en cinco meses, con los secretarios de Estado y Defensa, Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld, y todos los predecesores de éstos vivos, para tratar sobre los principales desafíos a la política exterior estadounidense y, en especial, sobre Irak.

La reunión llega en un momento en el que la popularidad de presidente se encuentra en su porcentaje más bajo, 29 por ciento, según un sondeo de «The Wall Street Journal»-, caída debida, sobre todo, a la situación en el país árabe.

A ello se suman nuevas revelaciones sobre el alcance del programa de escuchas aprobado personalmente por el presidente, y que al parece puede incluir datos sobre las llamadas telefónicas de millones de estadounidenses.

Bush quiso hacer frente hoy a las críticas con esta reunión, en la que estuvieron presentes una decena de personalidades tanto republicanas como demócratas, tales como los ex secretarios de Estado Colin Powell y Madeleine Albright o el ex secretario de Defensa Robert McNamara, así como el vicepresidente, Dick Cheney.

El mandatario recordó el reciente acuerdo para la formación de un Gobierno de unidad nacional en Irak, que se encuentra aún en proceso de composición tras las elecciones del pasado diciembre, pero reconoció que «ciertamente, quedan desafíos» por delante.

«Quizás el principal desafío son las milicias que tienden a tomarse la justicia por su mano», afirmó Bush, quien agregó que «dependerá del Gobierno dar un paso adelante y ocuparse de esa milicia, para que el pueblo iraquí pueda confiar en la seguridad de su país».

Las autoridades iraquíes planean la reestructuración de las fuerzas del orden en Bagdad, bajo el mando de la nueva Policía Nacional, para hacer frente a las milicias armadas y «escuadrones de la muerte» que proliferan en el país.

Estas milicias son responsables de la muerte de cientos de iraquíes en la violencia sectaria surgida, en especial, desde el atentado perpetrado contra un santuario chií en la ciudad de Samarra el pasado febrero.

La reunión con los ex secretarios es la segunda que celebra el presidente estadounidense desde el pasado diciembre.

Varios de los ex secretarios presentes, como la demócrata Albright, se han mostrado muy críticos con la decisión de EEUU de ir a la guerra en Irak.

La atmósfera en la sala Roosevelt, donde se celebró la reunión era hoy de gran seriedad, sin que ninguno de los presentes, en los breves momentos en que se permitió la entrada de la prensa, esbozara siquiera una sonrisa.

«Hemos tenido nuestros desacuerdos en este país acerca de si tendríamos que estar (en Irak) o no, para empezar», dijo Bush al termino de la cita.

«La pregunta fundamental es cómo alcanzamos nuestro objetivo, que es una democracia que pueda defenderse y sostenerse; un país que sea un aliado en la guerra contra el terrorismo y un país que sirva como poderoso ejemplo a otros que quieran ser libres», matizó.

Bush alabó los progresos alcanzados y aseguró que tenía «grandes esperanzas sobre el gobierno de unidad» que se gesta en Irak.

El acuerdo alcanzado el mes pasado entre los distintos partidos iraquíes confirma como presidente al kurdo Yalal Talabani y pone al frente del Gobierno iraquí al chií Nuri al Maliki, como primer ministro.

El nuevo Ejecutivo, sin embargo, no ha podido completarse por desacuerdos acerca de quiénes deben ocupar las carteras de Defensa y de Interior.

Washington cree que un Gobierno de unidad nacional es la clave para poner fin a la violencia en Irak, la condición «sine qua non» para que los cerca de 120.000 soldados estadounidenses desplegados en el país árabe puedan regresar a su país. EFE

Publicaciones Relacionadas

Más leídas