NUEVA ORLEANS (AP).- Ante el desastre natural más costoso en Estados Unidos, el presidente George W. Bush dijo el jueves que la reconstrucción de la costa del Golfo de México será uno de los proyectos de más grandes y onerosos en la historia del mundo.

Además, indicó que el gobierno federal asumirá la mayor parte de los costos, de unos 2.000 millones de dólares o más.

«No hay forma de imaginar a Estados Unidos sin Nueva Orleáns, y esta gran ciudad resurgirá de nuevo», afirmó el presidente en declaraciones preparadas para un discurso a la nación.

Bush dijo que el gobierno federal pagará «la mayor parte de estos costos» de reconstrucción de la infraestructura crítica, como carreteras, puentes, escuelas, alcantarillado y tuberías de agua potable.

«Nuestro objetivo es lograr que las reparaciones sean efectuadas con premura», insistió Bush.

El mandatario agregó que la planificación detallada de los planes de emergencia una prioridad de «seguridad nacional».

El gobierno federal y otros organismos gubernamentales deben contar con planes precisos y actualizados para responder no solamente a los desastres naturales sino a los brotes de enfermedades y los ataques terroristas, indicó.

El mandatario agregó que esos planes deben incluir la evacuación de personas y proporcionar alimentos adecuados, agua y seguridad.

Bush anunciará el plan de recuperación en una alocución dirigida a todo el país por televisión desde la Plaza Jackson, en el centro del Barrio Francés, la parte antigua de Nueva Orleáns.

Antes de volar a esa ciudad, se detuvo en Pascagoula, en Misisipí, para recorrer la mayor refinería clausurada por el huracán Katrina, propiedad de la firma Chevron Corp., que seguramente permanecerá inactiva durante meses.

«El trabajo que se ha comenzado en la costa de la región del Golfo de México será una de las mayores tareas de reconstrucción que se haya visto en el mundo», dijo el mandatario. «Cuando esa tarea quede completada, todos los estadounidenses tendrán algo de lo que se sentirán muy orgullosos, y en este esfuerzo común se requiere la participación de todos los ciudadanos».

Bush, que se dirigió a centenares de miles de evacuados desalojados de sus hogares por el huracán, indicó que «deben saber que la totalidad de nuestra nación se preocupa por ustedes, y en la jornada que queda por delante, no estarán solos».

Aunque Bush seguramente no le pondrá una cifra a los daños del desastre, seguramente superarán los 200.000 millones de dólares a corto plazo. La factura final podría superar los 300.000 millones de dólares que se han gastado hasta ahora en las guerras de Irak y Afganistán. El Congreso aprobó ya 62.000 millones de dólares, pero el dinero seguramente se acabará al próximo mes.

Bush agradeció en nombre de la nación a los equipos de rescate y encargados de suministrar ayuda humanitaria que han contribuido en este esfuerzo. «Y esta noche prometo además al pueblo estadounidense: En toda la zona afectada por el huracán, haremos lo que sea necesario … permaneceremos mientras sea necesario … para ayudar a los ciudadanos a reconstruir sus comunidades y sus vidas».

El mandatario indicó que Washington formará una sólida alianza con Luisiana y Misisipí, la ciudad de Nueva Orleáns y otras poblaciones del golfo «para que puedan reconstruirlas de forma sensata y bien planificada».

Dijo también que los contribuyentes esperan que la reparación de la infraestructura pública «sea realizada honestamente e inteligentemente, para lo cual contaremos con un equipo de inspectores generales que revisarán todos los gastos».