CRAWFORD, EEUU. AFP.  En una bienvenida pausa en medio de dos guerras, terrorismo, aumento de precios del petróleo y otras aflicciones, el presidente estadounidense, George W. Bush, celebó anoche la boda de su hija Jenna en su rancho de Texas. 

Jenna Bush, de 26 años, decidió según sus padres renunciar a una boda con gran pompa en la Casa Blanca con su prometido Henry Hager, de 30 años, hijo de un ex líder del Partido Republicano en el estado de Virginia (este).

«Hoy es la boda de mi hija Jenna. Es una ocasión feliz para nuestra familia», dijo el presidente en su mensaje de radio semanal.  «También es un momento especial para Laura, quien este fin de semana del Día de la Madre verá a una joven que criamos juntos avanzar hacia el altar», dijo Bush horas antes de la ceremonia.

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200 invitados

Más de 200 familiares y amigos -incluido el ex presidente George Bush, padre del mandatario, y su esposa Barbara- se reunieron junto al lago donde se realizó la ceremonia y la recepción.  «Ella simplemente quería casarse en casa. Se siente más cómoda acá. Esta es la época que las flores silvestres están floreciendo», dijo Laura Bush el lunes.  Los invitados bailaron toda la noche a ritmo de funk, rock clásico y blues de la banda The Tyrone Smith Revue.

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