Bush corteja Allawi y vuelve a justificar estrategia Irak

Bush corteja Allawi y vuelve a justificar estrategia Irak

WASHINGTON (AFP).- El presidente de Estados Unidos, desplegó este jueves una alfombra roja para el primer ministro iraquí, Iyad Allaui, y justificó nuevamente su estrategia en Irak, aunque reconoció que la violencia podría aumentar hasta las elecciones iraquíes de enero.

   «Los secuaces del antiguo régimen (de Saddam Hussein) y los grupos terroristas quieren impedir las elecciones iraquíes y desmoralizar a los aliados de Irak. Por esa razón, el primer ministro Allaui y yo mismo estimamos que la violencia podría aumentar a medida que se acuerdan las elecciones de enero», declaró Bush

   Advirtió que «los terroristas saben que los acontecimientos en Irak ingresan en un período decisivo».

   Los dos hombres reafirmaron que las elecciones se desarrollarán en la fecha prevista, y Bush afirmó entre otras cosas que «los iraquíes y no los terroristas decidirán el futuro de Irak».

   Antes de ser recibido en la Casa Blanca, Iyad Allaui habló en el Congreso y hará otro tanto el viernes ante la asamblea general de la ONU en Nueva York.

   Su visita tiene lugar cuando varios rehenes estadounidenses fueron decapitados estos últimos días en Irak y que la vida de otros está amenazada.

   Bush se dijo «asqueado» por las imágenes de las ejecuciones de rehenes, pero estimó que las imágenes de violencia no debían ocultar el hecho de que la situación mejora en el país, a pesar de que «queda mucho trabajo por hacer» para reconstruir el país.

   «Es una tarea difícil, todos los sabemos, lo vemos en la televisión», destacó. «Pero creo que es una tarea necesaria», declaró Bush, quien de paso atacó a su adversario demócrata en la elección presidencial, John Kerry.

   «No hay que cambiar de posición», afirmó, ya que «se puede estimular al enemigo al enviarle mensajes contradictorios».

   Bush acusa a Kerry, quien a fines de 2002 votó a favor de declarar la guerra contra Saddam Hussein, de mantener posiciones contradictorias al afirmar ahora que la situación en Irak es caótica y que la administración Bush cometió errores colosales.

   Allaui reconoció, por su lado, que los «últimos días fueron difíciles» en Irak y presentó sus condolencias a las familias de los rehenes estadounidenses decapitados.

   Reafirmó, y Bush se hizo eco de esa posición, que «Irak se había convertido en el primer frente en la guerra contra el terrorismo».

   «Si dejamos de combatir a los terroristas en Irak, serán libres de complotar y planificar atentados en otras partes, en Estados Unidos y otros países libres. Batirse en retirada ahora sería traicionar nuestra misión, nuestra promesa y a nuestros amigos», declaró Bush.

   El primer ministro iraquí fue designado en junio último a la cabeza de un gobierno provisorio, cuya tarea principal es organizar y preparar las elecciones general en enero.

   Bush afirmó que los responsables militares sobre el terreno no le habían pedido que envíe más tropas a Irak para hacer frente a la violencia. Alrededor de 140.000 efectivos estadounidenses están actualmente en ese país y más de 1.000 murieron desde que comenzó la guerra en marzo de 2003.

   Tras una audiencia en el Congreso la víspera, el general John Abizaid, jefe del comando central estadounidense (Centcom) que cubre Medio Oriente, declaró que, sin duda, se necesitarían más soldados, pero no necesariamente estadounidenses, para garantizar la seguridad durante las elecciones iraquíes.

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