Bush da la cara escándalo
sobre despido de fiscales

Bush da la cara escándalo<BR>sobre despido de fiscales

Si los demócratas verdaderamente quieren avanzar y buscar la información apropiada, deberían aceptar mi propuesta. Si el deseo es el de ganar puntos políticos, entonces el rechazo a esta propuesta razonable les pondrá en evidencia ante los estadounidenses

Washington (EFE).- El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo ayer que es capaz de llegar hasta los tribunales en caso de que hiciera falta, en el caso del cese de ochos fiscales federales, y aseguró que no aceptará que la oposición saque provecho político del asunto.

Bush realizó ayer un breve encuentro con la prensa en la Sala Roosevelt, de la Casa Blanca, para tratar este tema, que se ha convertido en un escándalo político en Estados Unidos. El cese de los fiscales se produjo en diciembre y ya tomó visos de escándalo al saberse que funcionarios del Departamento de Justicia y la Casa Blanca planearon con detalle su salida.

El caso ha suscitado la apertura de una investigación por parte del Congreso, que reclama la comparecencia de una serie de altos funcionarios del Departamento de Justicia y de la Casa Blanca.

A este respecto, la Casa Blanca ofreció que declaren el asesor político de Bush, Karl Rove, y la ex asesora jurídica Harriet Miers, así como sus adjuntos, siempre y cuando las declaraciones sean en privado y sin juramento. El presidente del Comité Judicial del Senado, Patrick Leahy, rechazó esta oferta y reclama que los funcionarios declaren bajo juramento.

A este respecto, Bush afirmó: «No vamos a permitir que esto se transforme en una cacería partidista de funcionarios honestos», y agregó que no hay indicios «de que nadie hiciera nada malo» en este tema.

Bush explicó que el asesor de la Casa Blanca, Fred Fielding, dijo a los congresistas que podían entrevistar a Rove, Miers y sus asistentes en privado. Tras indicar que era la fórmula idónea para que los legisladores obtuvieran toda la información deseada dijo que «deberían aceptar» su «propuesta».

«Si los demócratas verdaderamente quieren avanzar y buscar la información apropiada, deberían aceptar mi propuesta. Si el deseo es el de ganar puntos políticos, entonces el rechazo a esta propuesta razonable les pondrá en evidencia ante los estadounidenses», subrayó Bush.

Por otra parte, el presidente lamentó que los hechos hayan llegado hasta este punto «pero así son las cosas en Washington. Ya saben que hay mucha política en esta ciudad».

A primera hora de la mañana el propio Bush llamó por teléfono a Alberto González, secretario de justicia de EEUU, para expresarle su apoyo en medio de las crecientes peticiones de dimisión.

Además, el Senado estadounidense aprobó hoy un proyecto de ley por el que se elimina el apartado de la Ley-antiterrorista, por la que se permitía al secretario de Justicia de turno designar fiscales estatales sin la autorización de la Cámara Alta.

El Senado aprobó por 92 votos a favor y dos en contra la nueva medida, que ahora deberá ser votada en la Cámara Baja.

El proyecto de ley prevé un límite de 120 días para que la administración designe a un fiscal interino.

En caso de que éste no fuera confirmado por el Senado en ese período se nombrará a un sustituto permanente por un juez de distrito federal.

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