Bush designa nuevo director de la CIA

Bush designa nuevo director de la CIA

WASHINGTON (AFP).- El presidente estadounidense, George W. Bush, designó el martes a Porter Goss como nuevo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que es objeto de serias críticas por no haber anticipado los atentados del 11 de setiembre de 2001 y haber afirmado que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.

   Los asesores del presidente George W. Bush «probablemente consideraron que seguir dos meses más sin un titular de la CIA provocaría nuevas críticas», opina David Rothkopf, experto del centro de reflexión Carnegie Endowment for International Peace.

   «Actualmente estamos en un período de gran ansiedad y creo que cualquier ámbito en el que no se esté en condiciones de enfrentar las amenazas es un handicap para el presidente», agregó. Según Rothkopf, Bush «debe demostrar que en todo momento dedica lo mejor de sí a la defensa de Estados Unidos».

   La administración Bush volvió a elevar el 1 de agosto el nivel de alerta terrorista en Washington y Nueva York a causa, según ella, de las amenazas de atentados de Al Qaida en Estados Unidos, cuando se acercan las elecciones presidencial del 2 de noviembre.

   Sometida a una avalancha de reproches, la CIA esperaba desde hace dos meses la designación de un nuevo jefe que le permita dar vuelta la página, tras la dimisión a principios de junio de su director, George Tenet, oficialmente por razones personales. Interinamente fue dirigida por John McLaughlin, quien trabaja en la CIA desde hace más de treinta años.

   El candidato demócrata a la elección presidencial de Estados Unidos, John Kerry, señaló el martes, algunas horas después de la designación del nuevo director de la CIA, que la prioridad sigue siendo la creación del cargo de super-jefe del servicio de inteligencia estadounidense.

   La designación de Goss aún debe ser confirmada por el Senado, tras audiencias durante la reanudación de sus trabajos a principios de setiembre.

   «Creo que debemos realizar audiencias imparciales y rápidas para nombrar a Porter Goss a la cabeza de la CIA. Es un puesto clave en la lucha contra el terrorismo», dijo Kerry, pero agregó que «el cargo más importante es uno que aún no ha sido creado: el de director nacional de inteligencia, con un verdadero control sobre el presupuesto y el personal».

   El nuevo director de la CIA asumirá sus funciones en un ambiente de conmoción en los organismos anti-terroristas. El presidente Bush anunció la semana pasada la creación del cargo de super-jefe de la lucha anti-terrorista, que debería coordinar a todos los organismos de inteligencia.

   En un informe publicado en julio, el Senado norteamericano acusó a la agencia de haberse equivocado sobre Irak y de haber exagerado la amenaza de armas de destrucción masiva supuestamente en poder del régimen de Saddam Hussein antes de la intervención militar para derrocarlo en 2003.

   El informe denunciaba «una cultura de empresa hecha añicos» y «una mala dirección» y afirmaba que la prioridad debía ser la designación de un nuevo director.

   Legisladores reprochaban a la central el haber ignorado durante demasiado tiempo el núcleo de su misión, que consiste en reclutar espías e infiltrar organizaciones como Al Qaida.

   En el momento de los atentados del 11 de setiembre no había ningún agente de la central en Afganistán, cuando todo el mundo sabía que el jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, operaba desde ese país.

   El informe senatorial lamentaba también que los servicios de inteligencia estadounidenses dependan «en buena medida de los servicios de espionaje de otros gobiernos y de terceros», aumentando así «el riesgo de que intereses extranjeros manipulen la política estadounidense».

   Otro informe publicado en julio por la comisión investigadora independiente de los atentados del 11 de setiembre de 2001 también afectó a la CIA, cuya incapacidad de prever esos atentados denuncia.

   La central de inteligencia reconoció su incapacidad de adaptar sus mecanismos de alerta sobre eventuales atentados, pero expuso las reformas aplicadas a partir del otoño de 2001: acercamiento con el FBI (Policía Federal), reparación de los sistemas informáticos, aumento del número de espías en el terreno.

   En mayo, durante las audiencias sobre los atentados del 11 de setiembre, George Tenet había estimado, sin embargo, que en Estados Unidos se necesitaban alrededor de cinco años para reconstruir un aparato de inteligencia eficaz.

   La CIA atravesó en el pasado otras crisis: fracaso de la operación anti-castrista de Bahía de Cochinos en 1961, investigaciones parlamentarias de los años 70 sobre los abusos de la CIA y el escándalo del Irangate en los años 80. Las mismas condujeron a intentos de reforma que sólo tuvieron modestos resultados.

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