Washington (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, inició ayer la primera de una serie de reuniones navideñas de alto nivel para ultimar los detalles de la nueva estrategia para Irak que planea dar a conocer en las próximas semanas.

El encuentro de hoy en la residencia presidencial de Camp David (Maryland) contó con la presencia de Robert Gates, el nuevo secretario de Defensa, quien acaba de regresar de un viaje de tres días a Irak.

A la cita asistieron también la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, y otros altos funcionarios gubernamentales.

El inquilino de la Casa Blanca sopesa la idea de aumentar de forma provisional el contingente de 140.000 tropas en Irak, con el fin de controlar la escalada de violencia en el país, que afecta con especial fuerza a la capital, Bagdad.

En ese sentido, el diario «Los Angeles Times» publica en su edición de hoy que los principales responsables militares en Irak están a favor de un «incremento» de las tropas. El visto bueno de los comandantes estadounidenses eliminaría uno de los últimos obstáculos para la aprobación de la propuesta de aumento de tropas que estudia Bush.

La decisión, que según el rotativo californiano se habría adoptado unos días antes de la visita de Gates a Irak, supondría un cambio de actitud por parte de algunos de los generales estadounidenses más influyentes.

Tanto George Casey, jefe de las fuerzas de EEUU en Irak, como John Abizaid, principal responsable militar para la región de Oriente Medio, se habían resistido hasta ahora a la idea de aumentar las tropas en Irak.

Los generales argumentaban que la medida podría retrasar la formación profesional de las fuerzas de seguridad iraquíes y aumentar el rechazo hacia Estados Unidos en el mundo árabe.

Pese a la luz verde de los altos mandos militares en Irak, Bush deberá todavía lidiar con la reticencia de algunos funcionarios del Pentágono y superar la oposición del Congreso, en donde muchos legisladores demócratas respaldan la retirada gradual de las tropas del país árabe.

Gates no ha aclarado por el momento si respalda un incremento de las tropas estadounidenses.

El responsable del Pentágono indicó este viernes, antes de partir de Bagdad con rumbo a Washington, que es necesario deliberar más sobre el asunto.

Afirmó en declaraciones a la prensa que ha llegado a la conclusión de que es posible una mejora de la seguridad en Irak, aunque precisó que serán los iraquíes los que liderarán ese proceso.

El aumento de tropas es sólo una de las opciones del nuevo plan para Irak que, según la Casa Blanca, hará público Bush en algún momento entre el día 1 y el 23 de enero, cuando pronunciará su discurso sobre el Estado de la Unión.

La proximidad de la cita hará que Bush alterne sus vacaciones con reuniones de trabajo con su gabinete, como la que tendrá lugar el jueves con los miembros del Consejo de Seguridad Nacional en su rancho de Texas.

Dana Perino, una de las portavoces de la Casa Blanca, aclaró el viernes que de la sesión no saldrán decisiones definitivas y que el objetivo es seguir evaluando las opciones para establecer un nuevo rumbo en Irak.

Se prevé que la nueva estrategia incluya medidas para mejorar la situación económica en el país árabe y un renovado esfuerzo diplomático en toda la región.

Por lo demás, Bush se refirió hoy a las tropas desplegadas en Irak y otras partes del mundo en su discurso radiofónico semanal.

«Estas Navidades llegan en momentos de cambio aquí en la capital de nuestro país», indicó.

«Si estáis sirviendo en las líneas de combate al otro lado del mundo es natural que os preguntéis qué significa todo esto para vosotros», dijo.

Precisó que pese a los cambios, las Fuerzas Armadas contarán con el apoyo y los recursos necesarios para cumplir con su misión.

Bush pasará el largo fin de semana de Navidades en Camp David y tiene previsto viajar el martes 26 a su rancho en Crawford (Texas), donde permanecerá hasta el próximo 1 de enero.

Matan 10

SAMAWA, Irak (AFP).- Al menos 10 personas murieron desde la noche del viernes en incidentes violentos en Irak, seis de ellas en Samawa (270 kilómetros al sureste de Bagdad) durante enfrentamientos entre policías iraquíes y miembros de una milicia chiita, según diversas fuentes.

  «Desde la noche pasada el hospital ha recibido seis muertos, cinco policías y un civil, y 15 heridos», indicó el teniente Ahmed Hadi, encargado de la seguridad del hospital de Samawa.

  Dos policías fallecieron el sábado por disparos de mortero que cayeron sobre un puesto de policía. Las otras víctimas murieron por tiros de armas ligeras, explicó Hadi.

 Los combates comenzaron el viernes a la salida de una mezquita tras la oración, mientras los policías trataban de oponerse a la presencia de hombres armados en el recinto religioso, añadió.

   Estos actos violentos continuaban el sábado con enfrentamientos entre policías y combatientes locales del Ejército del Mahdi, la milicia del jefe radical chiita Moqtada Sadr.

   Los policías recibieron el refuerzo de miembros de dos poderosas tribus locales, a las que pertenecían varios de los policías muertos. Estos hombres tomaron al asalto un centro del Ejército del Mahdi «para vengar la muerte» de los suyos, según una fuente policial en el lugar de los hechos.

   Se adueñaron del edificio y el sábado continuaban, junto a los policías, la persecución de milicianos chiitas por las calles de la ciudad, donde se decretó un toque de queda.

   Por otro lado, dos personas murieron el sábado por la mañana en Baaquba, a 60 kilómetros al norte de Bagdad, en combates entre insurgentes y policías, y otras dos personas fallecieron en Kirkuk (250 kilómetros al norte de Bagdad) en la explosión de una bomba, según fuentes policiales locales.

   Además, el ministro iraquí de Defensa anunció este sábado el arresto de «15 terroristas» en esta misma provincia de Diyala, dos de ellos presuntos miembros de Al Qaida.

   El viernes, varias personas resultaron heridas, entre ellas un niño de 10 años, en un ataque con mortero en el pueblo de Al Boalwan, en la provincia de Al Anbar, uno de los principales focos de insurrección sunitas, indicó un funcionario de la policía local, el teniente coronel Salam Mohammed Abas Al Awani.

   «Somos el objetivo de estos ataques porque muchos hombres del pueblo trabajan en la policía», explicó.

   Por último, en Diwaniyah, a 180 kilómetros al sur de Bagdad, fueron hallados el sábado por la mañana los cadáveres de tres personas, entre ellos un oficial del ejército y un policía, que habían sido secuestradas por desconocidos un día antes, según una fuente local de la seguridad.